Siempre con el humor por delante, Antonio Resines se refirió al famoso y polémico final de la serie "Los Serrano" (2003-2008). "Eso no lo inventé yo, es una cruz que tengo", comentó, dejando entrever que no estaba precisamente muy de acuerdo con el desenlace.

Como dice Fernando Trueba en el prólogo, las memorias de Antonio Resines -a la venta desde el pasado jueves- no ajustan cuentas con nadie y hablan bien de todo el mundo. "He intentado no hablar de mi vida privada", precisa el actor, que despacha en poco más de una línea su separación con la madre de su hijo Ricardo. Pero sí descubre aspectos de su vida poco conocidos, como que es un fan absoluto de Tintín, que fue un notable jugador de rugby y que la expresión "echar un quiqui" la acuñó él mismo en "Ópera prima" (1980): "Yo la usaba por aquel entonces y a Fernando[Trueba] le hacía mucha gracia, así que la metió en el guion, y yo la digo un par de veces. Viene de una expresión americana, que era 'echar un quicky', lo que aquí sería un polvo rápido. Pues a partir de 'Ópera prima' entró en el lenguaje popular".

Precisamente quien auguró desde "La Guía del Ocio" que se iban a repetir los diálogos de "Ópera prima" fue Carlos Boyero. Sobre su amigo admitió Resines que "es así de cáustico desde pequeño, pero ha creado un estilo. Desde Alfonso Sánchez nadie había seguido a un crítico de cine. Por algo será".

Se puso serio para condenar a ETA, que en 1991 dejó a su entonces suegro, presidente de la Audiencia Nacional, sin manos, ni prácticamente vista ni oído con una carta-bomba. "Ahora parece que aquí no ha pasado nada, cuando hay más de 300 casos sin resolver. Hay gente que me mira de otra forma desde que salió el libro", aseguró.