Son catorce ediciones, pero la impresión que da la aldea porriñesa de Cans a medida que pasan los años es que la dimensión de su popular festival está muy lejos de menguar. El ambiente en la jornada de ayer, día grande del certamen, era el de las grandes citas. Y lo cierto es la programación había unas cuantas que podían ser calificadas como tal. Por la mañana, Montxo Armendáriz, flamante ganador de dos Premios Goya y nominado a un Óscar, fue la figura encargada de protagonizar el Coloquio na Leira de Alicia. Además, el prestigioso director dejó una estrella más en el Torreiro, que ya luce su nombre. También por la manñana, el Jalpón de Alicia repasó los 15 años del Pretige a través de una retrospectiva de cortometrajes.

La tarde fue una efervescencia continua, desde la proyección del documental "Frágil Equilibrio, un delicioso documental de Guillermo García, estructurado en torno a una entrevista con José Mújica, hasta la estrella que el Festival ha concedido a Daniel Guzmán.

Y la noche. La luna, que en algún momento se dejó ver, contempló los cortos premiados de la décimo cuarta edición del certamen del audiovisual con más pedigree del panomrama gallego. La gran triunfadora fue Andrea Zapata Girau, que con su drama "AAVA", consiguiño conquistar al jurado y llevarse el premio al mejor cortometraje de imagen real por "la utilización de recursos fílmicos contemporáneos, una realización arriesgada y una mirada muy personal trabajando sobre diferentes capas como son la emigración, el exilio y la búsqueda de una nueva definición del concepto de maternidade", según explicó el propio jurado. Zapata, encargada también de la edición, producción y guión de un corto que cuenta con 6 minutos de duración, se llevó 2.000 euros y el Can de Pedra. Además, recibió el Premio CREA del jurado a la mejor realización, dotado con 300 euros y Can de Pedra.

En la categoría de animación, donde competían seis propuestas, triunfó "Decorado", de Alberto Vázquez. En este caso, los miembros del jurado consideraron que se trata de "un proyecto de animación con una sólida dirección desde la que se construye un universo singular, misterioso y macabro con un dominio muy intelixente y transgresor de los recursos fílmicos".

El Premio AISGE (Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión) a la mejor interpretación femenina -250 euros y un Can de Pedra-, fue para Arantxa Aranguren por "La Madrina". El jurado valoró su trabajo "desde la verdad en un registro cómico rozando el límite". Por su parte, el Premio AISGE a la mejor interpretación masculina, también dotado de 250 euros y un Can de Pedra, recaló en las manos de Ricardo de Barreiro y Xulio Abonjo por Einstein-Rosen, "por ser capaces de mantener la coherencia de los personajes con un largo intervalo de tiempo y dar naturalidad a la complejidad de los diálogos". Einstein-Rosen también fue galardonada con el Premio AGAG (Asociación Galega de Gionistas) al mejor guión, previsto con 300 euros y Can de Pedra, que en este caso se le entregó a su directora y guionista, Olga Osorio. El jurado describió el trabajo como "una metáfora de las relaciones de poder que se establecen entre dos hermanos a través de algo tan estrambótico como es la física cuántica".

El reconicimiento para la mejor banda sonora original, que implica un Can de Pedra, fue para "The magic oven", corto de animación de Manuel Riveiro, porque la pieza musical "nos remite al clasicismo de los grandes referentes que tenemos en la animación", señaló el jurado, que también quiso hacer una mención especial a "Lago sabroso" de Borja Santomé, "por ser una pieza merecedora de un impulso por la fuerza y personalidad única del estilo del autor".

Otro de los colectivos imprescindibles del festival, el jurado de los vecinos decidió otorgar por unanimidad el Premio del Xurado dos Veciños a "Volant", de Raquel Pérez, "por tener como protagonista a una mujer fuerte que escogió el camino que ella quería pese a ser el difícil y por tratar un tema actual comola precariedad laboral".

Por último, el premio a la mejor obra de la Can Parade, elegido por la votación del público, fue para Encaixe arquitectura, que recibió el Can de Pedra y su obra pasa a formar parte de la colección del Círculo Recreativo y Cultural.