Los feligreses de las parroquias estradenses de Cereixo y Vinseiro están "indignados" y "en rebeldía" por el pretendido traslado de su párroco, José Gilberto B.M. a otras parroquias del Arciprestazgo de Tabeirós que la Vicaría Territorial de Santiago decidió, según explicaron ayer fuentes de la curia, "tras mantener reuniones" en el arciprestazgo desde febrero para analizar la situación en la que han quedado varias parroquias por "la ausencia obligada de un sacerdote" que obliga. En los 6 años que José Gilberto lleva ejerciendo de párroco de ambas, "nunca" tuvo ningún problema con ningún lugareño. De ahí que todos,"unánimemente", estén satisfechos con su labor y quieran que siga realizándola como hasta ahora.

De ahí que, tras enterarse el domingo de los planes de traslado del cura impulsados por la Iglesia, una representación vecinal se desplazase el lunes hasta el Arzobispado para trasladarle el sentir general de ambas parroquias y reclamar la continuidad de José Gilberto en Cereixo y Vinseiro. Pero eso no disuadió a los vecinos de su determinación de exigir la continuidad del párroco.

La Asocaición de Veciños San Xorxe de Cereixo y la Asociación de Veciños San Brais de Vinseiro acordaron el martes iniciar una recogida de firmas e intentar entrevistarse ayer con el vicario territorial. Así lo hicieron en la mañana de ayer. Mantuvieron una reunión de dos horas en la que, según explicaron los representantes vecinales, el vicario les dijo que era "un cambio logístico" que busca organizar mejor la labor de los curas, debida la escasez de sacerdotes.

Hasta el momento llevaba Berres, Callobre, Ribeira, Lagartóns, Cereixo y Vinseiro. Según pudieron saber, el Arzobispado decidió inicialmente desvincularlo de estas tres últimas parroquias para asignarle otras nuevas: Agar, Olives, Orazo,Riobó, San Tomé y San Pedro de Ancorados. Luego, dado que el sacerdote reside en Lagartóns, les comentaron que conservará esta parroquia pero que la Iglesia mantiene invariable su decisión de desvincularlo de las de Cereixo y Vinseiro.