Un intercambio artístico entre dos ciudades de mar. Quince alumnos de 1º de Bachillerato del IES Politécnico de Vigo reciben esta semana a otros quince jóvenes alemanes, del centro Wolfgang-Borchert-Gymnasium de la localidad de Halstenbek, en Hamburgo, para compartir con ellos cómo es la cultura gallega y cómo es el día a día de estos estudiantes de la ciudad olívica.

"Desde este año tenemos un programa Erasmus+ de colaboración entre ambos institutos con el apoyo de la Unión Europea. La temática este curso es la creación artística en los puertos de Hamburgo y de Vigo y alrededor de esto realizamos actividades", describe Eduardo García, profesor de Física y Química del centro vigués.

Lo artístico y lo marinero se mezclaron ayer a la perfección en la playa Samil, donde estos treinta jóvenes, divididos en cuatro equipos, se dispusieron a construir unos pulpos gigantes de arena. Los montículos fueron cortesía del Concello, y la inspiración les vino de los pequeños pulpos de barro que modelaron el día anterior en una de las clases prácticas a las que acudieron en el instituto.

"El viernes por la noche llevé a Sofie por vinos y le presenté a mis amigos, dimos una vuelta para que viera el ambiente de la Reconquista. El sábado ya fuimos a la fiesta con otros alumnos alemanes y les explicamos un poco lo que se celebraba aquí", cuenta Violeta Estévez, una de las alumnas viguesas que participa en el intercambio.

Tienen una agenda apretada estos días. "Algunas chicas fuimos a visitar Santiago el domingo y les gustó mucho, paseamos por la ciudad vieja y vieron la Catedral y la Alameda", apunta Violeta. "Creo que Vigo y Santiago son ciudades preciosas, sobre todo lo que más me gusta es la playa", añade Sofie, que se muestra entusiasmada junto a sus compañeras de clase en Samil.

El lunes, además de una recepción en el Concello vigués, los estudiantes de intercambio tuvieron un rato para ir de compras por el centro de Vigo y después merendar en grupo. "¡Estaban deseando probar los churros!", asegura sorprendida Violeta. Una visita a las instalaciones del puerto no podía faltar, allí pudieron ver de cerca un buque congelador. Se trata de que se empapen de multitud de experiencias en poco tiempo.

"Yo había ido con una beca a Estados Unidos y a Inglaterra pero nunca había tenido la oportunidad de recibir a alguien en casa. Está muy bien porque haces un amigo nuevo y como lo tienes en casa puedes hablar más y conocerle. Sobre todo me encanta porque puedes tratarle como te gustaría que te tratasen a ti cuando vayas su casa. Al principio tenía un poco de miedo por no saber qué enseñarle de Vigo pero fue surgiendo, mis amigos me ayudaron y, en realidad, hay mucho que ver y creo que les está gustando bastante", afirma Violeta. "Les estamos enseñando Vigo a lo grande para que les guste", añade.

Durante toda esta semana, mientras realizan las distintas actividades, los alumnos deben fotografiar el Vigo antiguo y el moderno para plasmar la multitud de contrastes que distinguen a la ciudad olívica. Esas instantáneas podrán tener premio en un concurso fotográfico organizado por ambos institutos como parte del proyecto de colaboración. La semana del 27 de abril al 4 de mayo, estos alumnos vigueses viajarán a Alemania para convivir con familias germanas. La visita girará entorno al reciclaje en el mundo portuario.