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Deporte sí, pero con cautela

Intentar ponerse en forma rápido tras un largo periodo de hibernación puede provocar lesiones cardiovasculares

Un grupo de corredoras, el pasado fin de semana, en la playa de Samil. // R. Grobas

La llegada de la primavera anima a los perezosos a deshacerse de las malas costumbres e intentar ponerse en forma de cara al verano. Comenzar a correr o ir al gimnasio tras una larga hibernación puede ser menos beneficioso de lo esperado si no se toman algunas precauciones: realizar ejercicio de manera intensiva sin un periodo de adaptación puede producir lesiones musculares y cardiovasculares.

Salir a correr está de moda desde hace algunos años, como lo demuestra que sea el deporte más practicado de España, según datos del Ministerio de Deporte. Es más, la web especializada Diario de un Maratón informa de que los inscritos en las grandes pruebas deportivas españolas se han incrementado más de un 300% en la última década. Sin embargo, José Luis García Soidán, médico y profesor de Fisiología del ejercicio en la Universidad de Vigo, advierte que aunque "está muy de moda hacer maratones como la Vig Bay y todo el mundo quiere correrla, no todos pueden, hay que entrenar y hacer una serie de pasos previos".

La primera recomendación del médico es acudir a un profesional "competente" antes de iniciarse en la actividad que se haya escogido, bien sea un entrenador privado o un técnico de algún club municipal. García asegura que "lo peor que se puede hacer es comenzar sin un chequeo de control previo" y añade que, además, asociarse con otras personas "es lo que más motiva". Destaca que en el caso de las personas de edad avanzada, lo ideal es realizar un examen médico. "A la gente mayor le viene bien el ejercicio, pero hay que ver si tienen alguna limitación", expone.

En su consulta y en la facultad García conoce muchos casos de deportistas principiantes que en seguida abandonan su objetivo. "Te dicen que les duelen las rodillas o los tobillos; con preocupación vemos que de esa forma no van a crear adherencia al deporte y lo más importante es hacer un ejercicio que a largo plazo modifique los hábitos", cuenta. Una mala experiencia puede acabar con la mejor de las motivaciones, así que se debe empezar poco a poco, "un día sí, otro no, por ejemplo", e ir dosificando. Comenzar caminando e ir evolucionando es una buena opción. García recuerda que el organismo necesita "una sistematización del entrenamiento, un hábito, para poder llegar cada vez más lejos; pero, si no lo haces así, una sobrecarga puede provocar una lesión cardiovascular grave".

Destaca que tampoco es saludable concentrar todo el ejercicio en un solo día de la semana, lo que llama "los domingueros": "Llega el domingo, se cogen la bicicleta y se hacen 50 kilómetros; después están toda la semana sin hacer nada y así adquieren un gran riesgo cardiovascular porque supone una gran carga para su organismo".

Sobre realizar deporte en interior o exterior, aconseja el aire libre porque el sol provoca que el cuerpo segregue más endorfinas y serotonina, con lo que la motivación y la sensación de bienestar aumenta. Además, la luz solar es una fuente de vitamina D, muy necesaria para procesos orgánicos y para los huesos. Si hace calor, es mejor huir de las horas centrales del día (de once de la mañana a cinco de la tarde) y echarse protección solar para evitar quemaduras.

Cuidar la alimentación y estar muy pendientes de la hidratación, bebiendo durante todo el día y evitando el alcohol y las bebidas azucaradas y con gas, completan el plan para un buen comienzo de rutina.

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