Tras el éxito logrado el año pasado, esta semana la Fundación Érguete ha iniciado un nuevo curso para preparar a quince reclusos de A Lama para la prueba oficial Competencias Clave nivel 2, que permite que estas personas, generalmente con un perfil académico bajo, puedan acceder a los cursos de formación con certificado de profesionalidad que oferta Instituciones Penitenciarias dentro de prisión o el Inem. De hecho, según señalaron desde Érguete, una de las principales dificultades con las que se encuentran los establecimientos penitenciarios con los que la Fundación colabora a través de Itínere es la falta de formación académica de base de las personas reclusas que impide que puedan acceder a la formación ocupacional que se oferta en la propia prisión.

Todos los centros penitenciarios disponen de un centro EPA donde cursar formación reglada y obtener el título en Educación Secundaria Obligatoria pero son muchos los reclusos que, con condenas cortas, no disponen de tiempo suficiente para obtener una titulación oficial. Otras personas, remarcan desde Érguete, tienen un bajo concepto de su capacidad intelectual por lo que están negativamente predispuestas hacia la formación.

El proyecto, incluido dentro del más amplio programa Itínere que la Fundación lleva a cabo, se ha reeditado tras el éxito alcanzado el año pasado en el que los quince participantes lograron aprobar el examen por lo que en la actualidad diez de ellos se encuentran cursando formación en Panadería y Soldadura dentro del centro penitenciario.

El de 2016 fue el primer curso de este tipo que se realizó en el centro penitenciario, donde los internos participantes reciben formación para superar un examen de lengua castellana, lengua gallega y matemáticas. La metodología es presencial, a través de clases magistrales a cargo de una experta en educación de personas adultas y la prueba se realiza también en A Lama, hasta donde se desplaza un evaluador enviado por la Dirección Xeral de Orientación Laboral e Promoción dado que la prueba oficial se realiza en el recinto de Silleda y los reclusos no pueden acudir hasta este lugar.

El objetivo final de este curso, al igual que el resto de los proyectos que conforman el programa Itínere, es facilitar la reinserción social y laboral tras el tiempo de condena.

Según precisan desde la Fundación, las personas atendidas a través del programa Itínere presentan un nivel académico bajo que se refleja en el dato de que el 70 por ciento de estas personas no han finalizado la Educación Secundaria Obligatoria. Por lo tanto, su perfil profesional suele ser de baja cualificación y muchas de éstas personas han desarrollado oficios con escasa ocupación en este momento dado que éstos son los sectores productivos más castigados por la crisis económica.