Cada día unas cuatro parejas gallegas se dan de alta en el registro autonómico de uniones de hecho con el objetivo de equiparar sus derechos a los de un matrimonio. Sin embargo, esta forma de oficializar la relación pierde adeptos cada año. Si en 2012 eran 2.328 los novios que se inscribieron en el Registro de Parejas de Hecho de Galicia -que coordina la Consellería de Presidencia-, la cifra bajó a 1.364 (un 41% menos) durante el año pasado, según los datos de la Xunta. Las solicitudes también caen: un 33% menos entre 2015 y 2016.

La caída en las nuevas altas es generalizada en toda la comunidad aunque no se produce al mismo ritmo en las cuatro provincias. Ourense es la que experimentó un mayor descenso de parejas que se dan de alta en el registro autonómico de uniones de hecho -el único que permite tener los mismos derechos que los casados- ya que en 2016 se inscribieron 163 parejas, un 61% menos que cinco años antes. En A Coruña las nuevas altas se redujeron a la mitad -al pasar de 970 en 2012 a las 481 de 2016-, en Lugo bajaron un 28% hasta las 161 y en Pontevedra hubo un 22% menos, hasta quedarse en 559 nuevos inscritos durante el pasado año.

El descenso es progresivo, pero continuo. Basta comparar los datos del último año para confirmar que hay menos interés en formar parte de este registro. El número de solicitudes presentadas bajó un 33% en la comunidad entre 2015 y 2016 hasta quedarse en 1.480. Un descenso que se debe en gran parte al giro de 180 grados que se produjo en la provincia de Pontevedra. Si en 2015 fueron algo más de un millar las parejas que solicitaron formar parte de este registro, en 2016 no se llegó a 500. La caída en A Coruña fue mucho más suave (un 8% al pasar de 732 solicitudes a 671), al igual que en Ourense (un 15% menos) mientras que Lugo actuó a contracorriente y la demanda por inscribirse en el registro autonómico aumentó en el último año: de 182 a 206 casos.

Si el análisis se hace de los expedientes resueltos que suponen la incorporación de los novios al registro autonómico de parejas de hecho, Lugo vuelve a ser la única provincia que experimentó un ligero aumento: cuatro más, hasta alcanzar las 161 nuevas altas. En el lado contrario, Ourense, donde hubo un 20% menos de parejas inscritas en el registro -de 204 a 163-; A Coruña -donde se pasó de 526 a 481 (un 8,5%)- y Pontevedra, de 592 a 559 (un 5,5% menos en solo doce meses).

El Registro de Parejas de Hecho de Galicia, que comenzó a funcionar en el año 2008, nació con el objetivo de que quienes mantienen una relación estable, pero no están casados, puedan disfrutar de los mismos derechos que quienes han pasado por la vicaría. Cobrar la pensión de viudedad en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges, disfrutar de un régimen de visitas cuando la pareja se separa y hay hijos o tener derecho a un tercio de la herencia en caso de no tener descendencia y a un cuarto si hay hijos son algunos de los derechos que adquieren las parejas que están inscritas en el registro autonómico.

Sin embargo, estar en este organismo no supone tener el 100% de los derechos de un casado. A la hora de inscribir a un hijo en el Registro Civil, por ejemplo, deberán acudir los dos miembros de la pareja de hecho, un requisito que no se exige cuando los padres están casados. En el caso de ruptura, no existe una regulación uniforme sobre si el cónyuge de una pareja de hecho tiene derecho a cobrar una pensión compensatoria. Pese a que en algunas autonomías sí está regulado -Cataluña, Baleares, Navarra o Cantabria-, en el resto de los casos se acudirá a la vía judicial para que un magistrado sea el encargado de fijar si existe derecho a cobrar una pensión o no. Los miembros de una pareja de hecho, además, no pueden tributar en el modo de declaración conjunta del IRPF y el estatuto de trabajadores tampoco establece el derecho a tener días libres por oficializar la unión mientras que tras casarse, el matrimonio tiene derecho a 15 días de vacaciones.

Para inscribirse en el registro basta acreditar que la pareja lleva un año de convivencia, que no tiene ningún tipo de parentesco y presentar documentación que indique que vive en Galicia.