Un innovador método de detección del parásito anisakis en el pescado fresco, muy demandado por la industria pesquera y por las autoridades de inspección alimentaria, ha sido distinguido con el Premio de Investigación 2016 de la Real Academia Gallega de Ciencias (RAGC), dotado con 6.000 euros. El equipo galardonado forma parte del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) tiene en Vigo.

Por su parte, el proyecto premiado en la categoría de investigadores jóvenes, dotado con 2.000 euros, es para una científica del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), la viguesa Silvia Barja.

El equipo del IIM, formado por Mónica Carrera, José Manuel Gallardo, Santiago Pascual, Ángel González y María Isabel Medina, propone una solución al importante problema que representa el anisakis para una industria estratégica en toda Europa, y muy especialmente en Galicia. Los productos del mar gallegos son líderes en el mercado español, en el que, según la consultora Nielsen, se invirtieron 8.000 millones de euros de la cesta de la compra sólo en 2015. El pescado fresco representa el 63% de toda la cesta de productos del mar, en la que el parásito anisakis tiene una presencia muy preocupante para los consumidores, la industria pesquera y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que vienen demandando mayores esfuerzos de investigación para solucionar el problema.

Atendiendo a este requerimento, el equipo del IIM realizó una investigación que derivó en el diseño de un nuevo método de control rápido y específico para la detección de diferentes especies de este parásito, utilizando la espectrometría de masas aplicada a la proteómica (análisis de proteínas a gran escala). Este método supera las limitaciones de los propuestos hasta ahora, demasiado laboriosos y lentos o incapaces de cubrir diferentes especies. En menos de dos horas, es capaz de detectar las variedades de anisakis más comunes, revelándose así como una solución eficaz para que la industria pesquera pueda garantizar la seguridad de una amplia gama de productos, ya que este parásito está presente en especies tan comerciales como la merluza, el bacalao, el jurel, la xarda o el calamar. Para realizar la investigación, el equipo utilizó muestras de anisakis procedentes de la Unidad Técnica de Biobanco de Parásitos del IIM.

La mayoría de los casos de infección por anisakis en humanos ocurren en Japón, España, Italia, Sudamérica y Estados Unidos, aunque se considera una enfermedad infradiagnosticada e infradeclarada.

Hasta ahora, los únicos tratamientos son los que atajan los síntomas y la extracción endoscópica de las larvas por cirugía. Para evitar la infección por este parásito es necesario congelar o calentar a más de 60ºC el pescado, pero en el caso de las personas sensibles a sus alérgenos, que son resistentes al calor y al frío, estas medidas no sirven, por lo que la única solución es una dieta libre de productos del mar. El uso generalizado del nuevo método desarrollado por los científicos gallegos acercaría un nivel de seguridad en el consumo de pescado fresco capaz de eliminar estas limitaciones. "Nosotros ya hemos desarrollado la técnica y se la hemos acercado a numerosas instituciones y a los productores; ahora toca que se ellos den los pasos para introducir estos sistemas masivamente", advierte Santiago Pascual, uno de los investigadores principales del proyecto.

Control de la obesidad

Por su parte, el premio para investigadores jóvenes, que reconoce el trabajo de científicos menores de 28 años, es para la viguesa Silvia Barja, del Grupo de Fisiopatología Endocrina del IDIS. Sus estudios concluyen que una dieta alta en grasa disminuye la producción en el estómago de una proteína capaz de actuar cómo protectora frente a la obesidad.

El trabajo forma parte de la tesis doctoral de Barja, dirigida por Luisa Maria Seoane, Rosaura Leis y Felipe Casanueva y fue publicado por la prestigiosa revista científica Scientific Reports y presentado en el Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad. Con él, se abre una nueva vía para abordar el problema del sobrepeso de carácter grave, que está considerado la epidemia del siglo XXI y que se está manifestando de manera cada vez más preocupante desde la infancia.

La investigadora del IDIS partió del hecho de que el estómago juega un papel clave en el mecanismo que autorregula el consumo energético en el cuerpo y encontró que es precisamente en la mucosa gástrica donde se segrega una proteína capaz de convertir la grasa blanca (la que el cuerpo acumula) en grasa marrón (la que se quema para mantener el cuerpo caliente). Barja comprobó que la secreción de esta proteína disminuye si la dieta es alta en grasa, y que , por lo tanto, la capacidad del cuerpo para autorregularse está mermar en caso de obesidad.