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Las congerencias del Club FARO

Orihuela: "Hay que perder el miedo a la tecnología, para los jóvenes es natural"

El experto en nuevas tecnologías de la comunicación pidió no demonizarlas - "Para la generación hiperconectada son algo tan transparente como para nosotros la electricidad"

José Luis Orihuela (derecha) y Diego Maraña, presidente de Alumni Universidad de Navarra. // R. Grobas

"Lo que para nosotros son nuevas tecnologías, para los nativos digitales es ambiente, algo tan transparente como la electricidad, los coches o el agua corriente: no podemos vivir sin ellos, y sin embargo nadie nos dice que estamos enganchados al agua o a la electricidad". De esta forma comenzó ayer José Luis Orihuela, doctor en Ciencias de la Información, su conferencia en el Club FARO, en la que explicó cómo educar a una generación conectada. El experto en nuevas tecnologías de la información animó a "dejar de demonizar los móviles y la conectividad" y educar a nuestros hijos en ese entorno que para ellos es transparente. "No podemos sacar a los peces fuera del agua para enseñarles qué es el agua", apuntó.

Tras ser presentado por Diego Maraña, presidente de Alumni Universidad de Navarra, Orihuela reconoció que nunca una generación ha estado tan separada culturalmente de sus padres, ni el modo de alfabetización ha sido tan diferente. Sin embargo, desechó el "discurso apocalíptico" de muchos gutemberianos, recelosos ante los dispositivos móviles como antes lo estaban de los videojuegos y, más atrás en el tiempo, de la televisión.

Dijo que el término "nuevas tecnologías" significa que "somos mayores. Ellos -la generación hiperconectada- no les llaman así. El mundo virtual es real: cuando compramos en Amazon tenemos 50 euros menos en la cuenta. Y para ellos lo virtual es aún más real que lo físico".

Aclaró que los jóvenes no poseen un "cerebro diferente" que les permite moverse en un entorno digital desde bebés. "Los nativos digitales simplemente han perdido el miedo a usar la tecnología. Por eso aprenden más rápido a manejar un móvil [porque utilizan el método de ensayo y error]. Esa es la única diferencia con la generación anterior, que es incapaz de tocar una tecla del móvil antes de leer el manual. Lo que para nosotros es disruptivo, para ellos es ambiental".

Lo que nos estamos dejando

Tras dejar sentado que "hiperconectividad" es la palabra clave para entender la cultura contemporáne, y que en esa realidad "irreversible" tenemos que educar a nuestros hijos, el profesor de la Universidad de Navarra expuso algunos valores que nos estamos dejando en la cultura móvil. Uno de ellas, la mirada humana. "Los móviles han secuestrado nuestra mirada -destacó-. Los usamos como espejo [para hacernos selfis] en lugar de mirar al mundo. Y en una videoconferencia no puedes mirar a los ojos del interlocutor, tendrías que mirar al objetivo, no a la pantalla".

Los medios han superado la distancia, haciendo el mundo más pequeño: "Llevamos a todos nuestros amigos con nosotros todo el tiempo, y eso es agobiante. Para el amor y el respeto hace falta distancia; por eso hay tanto odio en Twitter, porque se ha eliminado esa distancia". Y aconsejó: "No le pidas amistad a tu hijo en Facebook si él no te agrega antes. No le dejarás madurar ni respirar y se hará un segundo perfil".

Con la hiperconectividad hemos perdido también los tiempos muertos (en los aeropuertos, en el dentista...) que nos permitían perder la mirada, reflexionar... "Hay que enseñarles que leer un libro o estudiar una carrera universitaria requieren tiempo, no se pueden descargar".

La hiperconectividad tiende también a eliminar el silencio. Se usan auriculares para correr y muchos ponen Spotify todo el rato. Otro tanto ocurre con la soledad, que permite pensar, recordar y planificar.

Calificó de "terrorífico" el síndrome del "me gusta": parece que todo el mundo está obligado a reaccionar de inmediato a una publicación en Facebook y a discutir artículos colgados en Twitter que nisiquiera ha leído. "Muchos retuitean enlaces sin leerlos antes", apuntó.

El conocimiento, dijo, requiere tiempo: "En una cultura con tanta información disponible, cada vez tenemos menos conocimiento. Por eso tengo fe en el futuro de los medios de comunicación. Todos tenemos mucha información disponible sobre Trump, pero no el conocimiento sobre qué pasó. Lo mismo con el Brexit: tras él se dispararon las búsquedas en Reino Unido sobre qué es la Unión Europea".

También se ha perdido la conversación -recomendó retirar los móviles durante las comidas familiares- y se ha supeditado la autoestima a la actividad en las redes sociales: "Se puede disfrutar de un plato de sushi sin colgar la foto en Instagram -ironizó-. Tenemos que enseñarles a ser felices sin tener que buscar siempre el reconocimiento de los demás, sin el postureo".

Ni móvil antes de los 12 años ni redes sociales antes de los 14

  • En una charla jalonada de ejemplos y de golpes de humor, José Luis Orihuela recordó que en las entrevistas de trabajo de nuestros hijos las empresas contrastarán su currículum con su huella digital, y aconsejó "dejar de contar su vida en una red abierta". Recomendó crear un grupo cerrado en Facebook para compartir las fotos privadas con la familia.En lugar del control paternal directo de los mensajes y de la actividad en las redes sociales, aconsejó educar en el entorno digital de manera análoga a la educación vial: al igual que un adolescente de 12 años no puede conducir, un joven no debería tener un móvil antes de los 12 años ni debería manejar las redes sociales antes de los 14.Que la hiperconectividad se convierta en problemática puede reducirse, dijo, a una cuestión de tiempo: "Un chico que vea diez horas diarias de documentales de la BBC, que son buenísimos, tiene un problema muy serio -puso como ejemplo-. Hay que empezar a preocuparse cuando la hiperconectividad afecte al sueño, a la alimentación, al estudio o al trabajo".Pasos ante el acosoA raíz de una pregunta sobre el acoso escolar (o bullying) formulada durante el coloquio, José Luis Orihuela subrayó que se trata de algo "muy serio" que en ningún caso hay que considerar como "normal", y detalló los tres pasos que él aconseja seguir cuando imparte charlas en colegios. Ante el acoso en internet, lo primero que hay que hacer es una captura de pantalla. El siguiente paso es certificar digitalmente esa prueba, para lo cual recomendó el portal egarante.com. Finalmente, se debe rellenar un formulario online en la web gdt.guardiacivil.es, trámite previo a la necesaria denuncia física en dicho cuerpo de seguridad del Estado.

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