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Vigo, ciudad de ciencias marinas

La decana de la facultad de Ciencias del Mar de Vigo desgrana su importancia en Club FARO el año en el que celebran su 25 aniversario

Belén Rubio, junto a su presentador, el catedrático emérito Federico Vilas. // José Lores

"En Vigo se da la mayor concentración de centros de investigación, divulgación y docencia marina del mundo", aseguró ayer Belén Rubio, decana de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Vigo. En la ponencia titulada "Las Ciencias del Mar en Vigo: perspectiva histórica y de futuro", la invitada del Club Faro desgranó la importancia de las ciencias del mar para Galicia y su estrecha vinculación con el mar, que ocupa, recordó, el 71% de la superficie del planeta.

Federico Vilas, catedrático emérito del departamento de Geociencias Marinas y Ordenación del Territorio de la Universidad de Vigo, presentó a la ponente, de quien destacó su "inquietud incansable por la investigación", que se traduce en más de doscientos artículos publicados en revistas internacionales especializadas de gran impacto.

En apenas 150 kilómetros, se emplazan más de una docena de centros de investigación, desarrollo y divulgación de ciencias marinas, explicó Rubio, entre los que se encuentran la Facultad de Ciencias del Mar, el Instituto Oceanográfico de Vigo, el Centro Tecnológico del Mar-Fundación CETMAR, la Unidad de Tecnología Marina y el Museo del Mar de Galicia, una concentración única en el mundo y que demuestra el peso que esta ciencia tiene en Galicia.

"Vigo tiene un gran potencial investigador en ciencias del mar. El 44% de los estudios científicos del mar se hacen aquí, en Vigo", aseveró la conferenciante, que repasó la historia de las ciencias del mar, cuya facultad cumple ahora 25 años, desde sus orígenes, allá en los siglos XVII y XVIII. "Desde siempre, el mar estuvo vinculado al desarrollo y al progreso", recordó Rubio.

La reducción de la producción de la sardina, cuya industria de finales del siglo XIX era boyante en Vigo, fue el primer aspecto relacionado con el mar que comenzó a investigarse. Los empresarios y científicos se preguntaban por qué estaba disminuyendo su producción y para ello, se encargó la creación de un centro. Así nació el Instituto Español Oceanográfico (ICO), cuyo primer centro en Vigo se abriría en 1917.

El siguiente gran problema que centró la atención de este centro científico fueron las mareas rojas, del que por aquel entonces se desconocían las causas y que era muy importante dada la producción de mejillón. En este sentido, Rubio recordó que la primera batea se instaló en la isla de Arousa en 1945 y que actualmente las rías gallegas cuentan con 3.500, que producen 250.000 toneladas de mejillón al año.

A partir de la creación de este centro, fueron apareciendo otras instituciones de investigación, formación y divulgación, que la catedrática de Geología Marina y Ambiental fue desgranando, apoyándose en diapositivas, hasta llegar a la creación del Campus do Mar, en 2011, que aglutina todos los centros de investigación marina, incluida la Facultad de Ciencias del Mar, la tercera más antigua de España tras las de Canarias (1982) y Cádiz (1991).

También hizo un repaso por los principales buques oceanográficos, que son, recordó, la principal herramienta para los oceanógrafos, y entre los que no podía faltar el "Hespérides", botado en 1990 y cuyo doble casco supuso un gran avance. "Fue el primer buque capaz de navegar en todos los océanos", recordó la científica.

La ponente habló también de la catástrofe del "Prestige" y de lo que supuso para los expertos en Ciencias Marinas. "Aprendimos muchas lecciones de este hundimiento. Solo en Vigo se realizaron cerca de cien trabajos relacionados con el 'Prestige'. Y también que no estábamos muy bien preparados, que no contábamos con una flota oceanográfica adecuada", reconoció. Fue a raíz de esta catástrofe medioambiental cuando se renovó dicha flota, con la botadura de buques como el "Ramón Margalef" y el "Anxeles Alvariño", botado en 2012.

La decana de Ciencias del Mar también habló del futuro de los oceanógrafos de Europa, de qué podrían estar investigando. "Estarán estudiando los océanos de Europa", vaticinó.

Y con Europa, la profesora Rubio se refirió no al continente, sino a la luna de Júpiter en la que la Nasa acaba de descubrir una serie de géiseres que hacen presuponer la existencia de océanos subterráneos debajo de su corteza helada. "Por lo tanto, pueden ser uno de los lugares posibles para buscar indicios de vida que serán la nueva misión de la nasa y que posiblemente nuestros oceanógrafos futuros estudiarán", afirmó la catedrática.

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