Calor, calor y más calor. La provincia disfrutará de la última semana de agosto continuando con la tónica que la ha acompañado todo el verano: cielos despejados, temperaturas agradables y poca brisa. Si las predicciones para los próximos días se cumplen, este será el verano más caluroso desde que hay registros.

El mes de agosto está siendo algo más benevolente que el de julio. La temperatura media en las Rías Baixas el mes pasado fue de 22,8 grados, mientras que en lo que va de agosto se ha quedado en 21,8. Poco respiro teniendo en cuenta que la máxima temperatura media alcanzada en un agosto fue de 22,7 grados (en el año 2003). Además, si la máxima se mantiene hoy en 29 y mañana asciende a 31, como pronostica Meteogalicia, el récord se superaría -de manera imperceptible para los pontevedreses- al quedarse en 22,8 grados. La temperatura máxima ya se superó en julio, con 29,4 grados, y la media se situó a la par que la histórica 22,9.

Vigo despedirá agosto con sensaciones térmicas más suaves, lejos de los 34 grados que registró el día 8 de este mes, el más cálido del verano. Localidades como Arbo vieron subir los termómetros hasta superar los 37. Una cifra a la que, por suerte, no se ha vuelto a acercar. Para la ciudad olívica se espera hoy una máxima de 26 grados y que la mínima se detenga en los 17.

Mañana la predicción sitúa algunas nubes altas por la mañana, pero irán desapareciendo ya hacia el mediodía. Las temperaturas se mantendrán, oscilando entre los 28 y los 14 grados.

Otro dato genérico del verano que ha destacado son las bajas precipitaciones acumuladas. La provincia de Pontevedra ha recogido este mes 20 litros por metro cuadrado, por debajo de la media, que se sitúa entre 23 y 52. El año pasado se alcanzaron los 58, claro que en 1981 llego a recogerse 0.

Menos de 4 litros por metros cuadrado se acumuló en Vigo en julio y en lo que va de agosto se ha quedado en 13,9. A pesar de esta aparente sequía, los embalses están en sus niveles habituales.

La brecha térmica entre las provincias del norte y las del sur le ha permitido a A Coruña disfrutar de un verano más fresco, mientras los ourensanos hervían a orillas del río Miño. En julio la temperatura media de Ourense fue de 24,2 grados y la máxima de 25, pero alcanzaron picos de 40 y 41 grados. A Coruña se quedó con una media de 19,2 grados y su máxima absoluta fue de casi 29 grados. Sin embargo, no registró días de lluvia, frente a los dos de Pontevedra.

Esta semana la cuidada hercúlea continúa con temperaturas máximas suaves, de 25 y 26 grados y mínimas que descienden a 16 grados. La media de las temperaturas máximas en agosto se queda en 22 grados, siguiendo la pauta habitual de los registros históricos. En Vigo alcanza los 26,7.

Predicción del fin de semana

El final de la semana, ya con septiembre empezado, traerá los primeros cambios. El viernes la presencia de una borrasca junto a Irlanda puede ocasionar un aumento de nubes y un descenso de temperatura, aunque la posibilidad de lluvia es baja.

Meteogalicia considera que el empeoramiento será transitorio, ya que hay altas posibilidades de que el anticiclón aporte estabilidad y por lo tanto el fin de semana el fin de semana todavía permita disfrutar del buen tiempo tanto en la costa como en el interior.

Sí, el verano ha dejado muchos días de calor y algunas jornadas excepcionales. Sin embargo, los expertos no consideran que se trate de ningún fenómeno extraordinario y apuntan a que es demasiado pronto para asociarlo al cambio climático. Mientras Pontevedra seguirá disfrutando de un tiempo plenamente veraniego.