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Recomendaciones para el verano

Los niños al sol, sí pero "con sentidiño"

Los pediatras advierten de que la protección es necesaria también con niebla

Los niños al sol, sí pero "con sentidiño"

Parece obvio: hay que protegerse del sol debidamente. En cambio, el hábito de echarse las cremas solares no está debidamente implantado. Por esto, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerda que es esencial que tanto niños como adolescentes estén protegidos de la exposición solar mientras realizan actividades al aire libre, inclusive en días en los que el cielo está nublado porque los rayos del sol atraviesan las nubes y se reflejan en el agua, la arena o la hierba. Es decir, las nubes no impiden el paso de la radiación ultravioleta.

El pediatra José Manuel Sánchez Lastre, expresidente de la Sociedad Gallega de Pediatría, advierte de que es muy importante tener en cuenta el fototipo que tenga el niño o niña para elegir la protección adecuada. Además, con independencia de la edad, la crema solar debe aplicarse "en cantidad generosa" sobre la piel seca en todas las partes del cuerpo expuestas.

"En los niños hay tres factores que se han visto claramente implicados en el desarrollo de nevus melanocíticos -lo que comunmente se conoce como lunares- y, posteriormente, de melanomas que es lo más preocupante: por un lado, la exposición solar intermitente, por otro lado, las quemaduras solares y, fundamentalmente, la piel blanca y escasamente protegida, los fototipos 1 y 2", explica.

Sánchez Lastre destaca la importancia de educar a los niños en una exposición solar saludable y modificar sus actitudes respecto al sol, al bronceado y la fotoprotección. Los fotoprotectores son sustancias que absorben esas radiaciones solares y están presentes en las cremas. Ingerir alimentos ricos en vitaminas C y D también es aconsejable ya que ayudan a reparar el daño provocado por el sol.

La mayor efectividad del fotoprotector se consigue aplicándolo entre quince y treinta minutos antes de la exposición solar. Es necesario renovar la capa de crema solar cada dos horas, o tras realizar actividades físicas intensas que pueden eliminarla de la piel. "Un secado con la toalla al volver del agua de manera enérgica puede eliminar hasta un 85% de producto", apunta.

Este pediatra recuerda que los menores de seis meses no se deberían exponer directamente al sol durante largos periodos ya que no se recomienda el uso de cremas solares en los primeros meses de vida. A partir de los seis meses hay que aplicarles mínimo un factor de protección veinticinco. Además Lastre hace hincapié en evitar la exposición directa en las horas centrales del día y el uso de sombrillas, camisetas y gorros.

El enrojecimiento de la piel, los eritemas solares y las reacciones alérgicas son las incidencias más frecuentes por exposición solar que se tratan en consulta. El riesgo es que estas lesiones se van acumulando, ya que la piel tiene memoria, y son la principal causa de los melanomas, el cáncer de piel. La AEP asegura que entre un 50 y un 80 por ciento del daño por la exposición solar que un individuo recibe durante toda su vida se realiza precisamente durante la infancia y la adolescencia. Con unos hábitos adecuados se podrían evitar el 80% de los tumores cutáneos.

Hidratarse aunque no haya sensación de sed

  • Las altas temperaturas unidas a la humedad pueden provocar deshidratación. Es importante recordar, sobre todo en el caso de las personas mayores, que se deben beber diariamente entre seis y ocho vasos de líquido y consumir alimentos con alto contenido en agua como frutas y verduras (melón, sandía, naranja, pomelo, uva, zanahoria, pepino, etc.) que ayudan a mantener un nivel de hidratación adecuado.Desde la Fundación Edad&Vida alertan de que con la edad desaparece la sensación de sed. Un problema que se produce por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario, por lo que se recomienda beber sin esperar a tener sed, porque cuando las personas de mayor edad sienten sed es un síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.Con calor deben evitarse las ingestas copiosas de alimentos y beber siempre un vaso de agua. Las bebidas con un contenido moderado de azúcares de absorción rápida y sales minerales contribuyen a aseurar una buena hidratación y los distintos sabores facilitan la ingesta y un adecuado aporte de líquidos.Los síntomas principales de la deshidratación son, entre otros: sed, sequedad de mucosas y piel, disminución de la orina, estreñimiento y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.

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