Las aguas de la playa Panadeira fueron ayer, un año más, el escenario de una de las competiciones deportivas más esperadas del año en Sanxenxo, el Mundial de Colchonetas. Una competición en la que los organizadores no solo premian la rapidez o la agilidad a la hora de surcar las aguas próximas al puerto deportivo sanxenxino, sino también la originalidad y el buen humor de los participantes, que compiten en su mayoría disfrazados. Un evento que cada año va ganando adeptos y que este año contaba además con la ventaja de ser un buen remedio para refrescarse ante el fuerte calor. Esta fue ya la octava ocasión en la que se disputó este mundial, todo un referente del verano en la villa turística. Hay quien dice que ya debería ser deporte olímpico. Hay quien se opone ferozment e a esta idea dado que esta original competición solo se puede celebrar en Sanxenxo.