Tras esta ola de calor de 2003, Galicia puso en marcha el plan de prevención "Actuacións da Xunta de Galicia frente aos posibles efectos das altas temperaturas sobre a saúde". Este plan comprende un sistema de coordinación de las administraciones implicadas; un sistema de información ambiental para la predicción y seguimiento de las olas de calor a través de Metegalicia, que vigila la temperatura del aire, su humedad y la fuerza del viento; un sistema de decisión del nivel de alerta (amarilla, naranja y roja), con un correspondiente sistema de protocolo de actuación; un sistema de vigilancia de la morbilidad inducida por la ola de calor; un sistema de comunicación de la información en cada nivel de alerta a la población, con especial énfasis en la más susceptible; profesionales y dispositivos sanitarios.
Dicho plan indica las recomendaciones para la población en caso de ola de calor, entre las que encuentran prestar especial atención a las personas pertenecientes a los grupos de mayor riesgo, beber abundantes líquidos, evitar las comidas copiosas, no exponerse al sol directo en las horas centrales del día y consultar al médico si está tomando medicamentos de forma habitual, ya que estos pueden agravar los efectos del calor, según los especialistas gallegos. En el caso de que una persona sufra agotamiento por calor o golpe de calor, el trastorno más grave debido al calor, se recomienda llamar al 061. En el segundo caso, es importante bajar la fiebre mientras llega la ayuda sanitaria, enfriando el cuerpo mojándolo con agua fresca y abanicándolo, y si está consciente rehidratar a la persona dándole agua.
