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Días oscuros, ánimo nublado

La falta de luz solar provoca ansiedad, tristeza y cambios de humor - En las Rías Baixas, este invierno ha sido deficitario en horas de sol, con meses de hasta un 30% menos

Concepción Rodríguez Pérez

La falta de luz no solo ensombrece el día, también el ánimo. Y es que el sol no solo hace posible que exista la vida; también la hace más agradable. Por ello, la escasez de horas de luz solar puede provocar decaimiento, tristeza e irritabilidad en muchas personas, especialmente si esta carencia persiste en el tiempo, como es el caso de este invierno en Galicia, durante el que se han enlazado varios días sin ninguna hora de luz solar. Es lo que en la década de los ochenta, el psiquiatra sudafricano Norman Rosethal bautizó como "Trastorno afectivo estacional" (TAE) o "depresión invernal". Se calcula que cerca de un 20% de la población, especialmente en lugares de mayor latitud, padece este trastorno.

Concepción Rodríguez Pérez, miembro de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Psicología de Galicia, explica que la "depresión invernal" es un estado cíclico, cuyos síntomas van desapareciendo a medida que aumentan las horas de sol con la llegada de la primavera. Y aunque para mañana se prevé una mejoría de la situación meteorológica con la llegada de un anticiclón, lo cierto es que esta primavera está teniendo menos horas de sol que la media normal -que se promedia sobre periodos de 30 años-, siguiendo así la estela de un invierno donde el sol ha brillado poco.

Según los informes mensuales de Meteogalicia, el invierno ha sido deficitario en horas de luz solar, no alcanzando ningún mes la media normal, y la primavera tampoco está siendo muy generosa. Después de un otoño benigno, el año se estrenó con un mes de enero especialmente pobre en horas de sol. En las Rías Baixas, por ejemplo, hubo un 30% menos de lo habitual otros años. La estación de Vigo-Campus registró solo 67 horas de luz ese mes, frente a las 146 de enero de 2014. En febrero, la situación mejoró sensiblemente en la zona sur de las Rías Baixas, aunque en la norte la insolación continúo siendo un 30% inferior al promedio normal. En marzo, último mes del que se dispone de datos, las horas de luz alcanzaron las 158 horas en Vigo, lo que supuso una radiación inferior al 95% con respecto a lo normal.

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La doctora Rodríguez Pérez explica que la falta de horas de luz solar no afecta de la misma forma y en el mismo grado a todas las personas, aunque los estudios constatan que la "depresión invernal" es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres, y más entre los adultos que entre los niños.

"La disminución de luz afecta a nuestro estado de ánimo porque se reduce la serotonina, que es una sustancia llamada de la alegría. Esto en cuanto a lo físico, pero también hay que tener en cuenta factores psicológicos. Ahora estamos esperando ya la llegada de la primavera y la falta de luz frustrar nuestras expectativas y hace que la situación sea peor", explica la psicóloga gallega, que añade que otro de los colectivos más sensibles a este trastorno estacional son las personas que presentan cuadros de ansiedad o depresión, que pueden verse agravados por los efectos de la falta de luz en su estado de ánimo. "Son más suceptibles a cualquier cambio y de hecho pueden sufrir recaídas en su enfermedad", explica.

Síntomas

Los principales efectos que provoca la falta de luz solar son tristeza, ansiedad, alteraciones del humor, astemia, irritabilidad, hipersonia y en algunos casos, incluso disminuye la libido. El único tratamiento es contrarrestar el efecto que provoca en nuestro estado de ánimo la falta de luz con actividades que aumenten el bienestar personal.

Entre las medidas que esta especialista recomienda para combatir este desánimo se encuentra aprovechar las pocas horas de sol. "Cuando estás decaído lo que te apetece es quedarte en casa, en cama. No tienes ganar de hacer nada e incluso tienes sueño durante el día. Sin embargo, es importante salir de casa y pasear porque aunque haya poca luz fuera, siempre habrá más que en casa", explica.

Practicar ejercicio es otra de las medidas que ayudan a combatir la apatía, así como garantizar un buen descanso. En este sentido, la psicóloga recomienda dormir una siesta de 20 minutos como máximo.

La alimentación también es otra gran aliada contra la "depresión invernal". Consumir alimentos ricos en triptófano, como carne, pescado, productos lácteos, huevos, cereales y frutas, especialmente en el plátano, contribuye a mejorar el estado de ánimo. "Este aminoácido -explica la doctora Rodríguez Pérez- es esencial para que el cerebro segregue serotonina, uno de los neurotransmisores involucrados en el estado de ánimo".

Esta especialista asegura que los efectos del encadenamiento de días nublados y sin sol se están dejando notar en las consultas, con más pacientes que acuden con síntomas como la tristeza y la falta de ánimo. "Se ve también en la calle. La gente está más triste y decaída". Esta especialista se muestra convencida de que en cuanto mejore el tiempo y este permita disfrutar de los días más largos, este decaimiento casi generalizado comenzará a desaparecer.

Y es que si bien está demostrada la relación entre el sol y el melanoma de piel, la falta de horas de luz también afecta no solo al estado de ánimo, sino al organismo, ya que dificulta la producción de vitamina D, nutriente esencial para ayudar al cuerpo a absorber el calcio; a la tensión arterial e incluso a los niveles de colesterol.

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