Aunque lleva más de 40 años dedicada a la interpretación en los que se ha hecho merecedora del apodo de "dama de la escena" y de haber ganado numerosos reconocimientos, entre ellos un Goya, la actriz catalana Carme Elías dice no estar "nunca contenta" consigo misma y se define como una "eterna aprendiz".

Así lo explicó en una entrevista concedida a Efe con motivo de su presencia en Lleida para recoger el premio Jordi Dauder a la Creatividad en el Cine Catalán de la Mostra de Cine Latinamericano de Cataluña, que recogió el viernes en una gala en la que también recibió este reconocimiento el director Ventura Pons.

"He echado la vista atrás y me he dado cuenta de que mi carrera es larga. Pocas veces lo hago. Pero con este premio he hecho un repaso y he visto que ya llevo un camino muy largo y que he conocido a muchas personas que me han enseñado cómo son las cosas en esta profesión, cómo se van encajando y aceptando, y he visto cómo he aprendido y concluyo que llegar hasta aquí está muy bien", explica.

Pese a ello, asegura que nunca está contenta con ella misma. "Tengo un carácter un poco exigente y solo puedo reconocer las cosas cuando han pasado los años y decir: pues tampoco estaba tan mal. Tengo un espíritu autocrítico un poco feroz, pero de todos modos he aprendido a gestionarlo y creo que de alguna manera me impulsa a un aprendizaje. Pero aun así soy partidaria de no ver las cosas en caliente, de dejar pasar el tiempo", señala.

Su extensa trayectoria incluye trabajos reconocidos tanto en teatro ("Terra Baixa", "La gata sobre el tejado de zinc", "Yocasta"), como en televisión ("Anillos de oro", "Turno de oficio") y en cine ("El rey pasmado", "La flor de mi secreto", "Camino"), pero dice que, solo si le "obligan a elegir", se que queda con el teatro.