Las víctimas de la talidomida presentaron un recurso de amparo en el Tribunal Constitucional contra la sentencia del Supremo en la que se les negó la indemnización que pedían a la farmacéutica alemana Grünenthal. El Supremo rechazó en septiembre de 2015 el recurso de las víctimas y les negó la indemnización que pidieron al laboratorio, que comercializó un fármaco para embarazadas que causó malformaciones a miles de niños en los 50 y 60.