El pasado 2 de enero se cumplían cinco años de la entrada en vigor de la reforma de la conocida como "Ley antitabaco", que ampliaba la prohibición de fumar a espacios públicos cerrados, entre ellos, los locales de restauración, una restricción que levantó aireadas críticas por parte del sector, que vio peligrar su futuro en una época marcada por la crisis, y de los fumadores, que aseguraron sentirse acosados. Sin embargo, esta prohibición no supuso necesariamente la quiebra para estos establecimientos ni significó una discriminación para los fumadores, ya que los locales se adaptaron a la nueva situación abriendo y acondicionando sus terrazas, espacios a los que no afecta la prohibición.

Pero, tras cinco años de la Ley de Tabaco, ¿ha sido una medida de promoción de salud efectiva? Según la presidenta del Centro Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), Regina Dalmau,"las ganancias en la salud han sido extraordinarias" con un descenso del 11% en los ingresos por infarto, de un 15% por asma infantil y una "mejoría relevante en la salud respiratoria de los trabajadores de hostelería". En el balance que Dalmau hace de este lustro, colgado en la web del CNPT, destaca también la disminución de la exposición de la población al humo del tabaco ambiental, que cifra en un 57%; la reducción de fumadores entre 2009 y 2104 en 1,2 millones y la reducción en el consumo de quienes persisten en este hábito, descenso en el que también ha contribuido la crisis, matiza; mientras que el cumplimiento de la norma supera el 95% en todas las comunidades "gracias a la colaboración ciudadana", matiza.

Para Elisardo Becoña, catedrático en Psicología clínica y director de la Unidad de Tabaquismo de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), el balance de este lustro ha sido "sencillamente excelente". "Las normativas restrictivas hacia el consumo de tabaco y las leyes de control del tabaquismo han sido muy positivas para que la gente fume menos. Se nota en la disminución de distintas enfermedades en las que en tabaco incide de modo causal, como las cardiovasculares y respiratorias", asegura.

En este sentido, el último Eurobarómetro, de 2015, cifraba en cuatro puntos la reducción de fumadores en España entre 2012 y 2104. Según este estudio, el 29% de la población española fuma, lo que convierte a España en el noveno país con mayor consumo de tabaco de la Unión Europea.

Otras medidas

A pesar de estos datos positivos, asegura que hay que seguir avanzando en la lucha contra el tabaquismo, hábito que causa 3.400 muertes al año en Galicia, casi nueve cada día, recuerda. "Todavía hay que lograr que ningún padre o madre fume delante de sus hijos en casa o en el coche", afirma el especialista, que aboga por medidas que animen a dejar el tabaco, como subir la cajetilla de cigarrillos, incluir mensajes claros en las cajetillas para desincentivar el consumo, hacer campañas preventivas orientadas a los jóvenes e incidir más en el colectivo femenino.

La Unidad de Tabaquismo de la USC trata cada año entre 250 y 300 fumadores que quieren deshabituarse. "El perfil de fumador que acude a la unidad es el de una persona con una alta dependencia y que presenta, además, otros problemas físicos y psicológicos relacionados con el consumo de tabaco o bien con distintos trastornos mentales en los que usa el tabaco para modular los efectos de la medicación", explica su responsable.

Carlos Rábade, neumólogo de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), explica que aún es pronto para cuantificar la repercusión de la "ley antitabaco" en patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), aunque prevé que de aquí a otros cinco años se puedan tener ya los primeros datos. "Sin embargo, se constata ya un importante descenso en los ingresos por asma infantil y de infartos, dos enfermedades muy relacionadas con el monóxido de carbono, lo que ya es un magnífico resultado". Para este especialista, miembro de la Sociedad Gallega de Patología Respiratoria (SEGAPAR) y representante del Foro Autonómico de Tabaquismo de la Sociedad Española Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la "ley antitabaco" funciona. "Estamos mejorando la salud de la población; también la de fumador pasivo, al que antes no se tenía en cuenta, y que es el gran beneficiario de esta norma", afirma.

El doctor Rábade destaca también el importante descenso en el número de fumadores y el creciente interés por abandonar este hábito, aunque añade que para ganar la batalla al tabaco hay que potenciar también la prevención, a través de la educación en la salud a los más jóvenes para que no se inicien; y dar la asistencia sanitaria a los fumadores que la requiera. "Los profesionales sanitarios y el sistema sanitario tenemos que estar preparado para dar respuesta a la demanda de los fumadores, financiando incluso los tratamientos a los grupos que así lo requieran", añade.

Según el cardiólogo Ramón Mantilla, en Galicia se producen al año entre 3.000 y 3.500 infartos al año, una cifra que no ha variado, asegura, a pesar de la "ley antitabaco" ha reducido el consumo de este producto, por otra parte está aumentando otros tres factores que son aún más letales para la salud cardiovascula: el colesterol, la hipertensión y la diabetes, asociados a la gran epidemia del siglo XXI. "Puede que por una parte estén disminuyendo los casos de infarto provocados por el tabaco, pero están aumentando los causados por el sedentarismo y la obesidad", se lamenta el director de la clínica de rehabilitación cardiaca Corazón Azul de Vigo, que lleva a cabo un programa pionero en España con personas con riesgo cardiovascular.