El segundo premio fue uno de los más madrugadores de la jornada: salió al cuarto de hora de comenzar a girar los bombos, lo que supuso una inercia desconocida para el tradicional sorteo de Navidad. El número agraciado, el 12.775, salió en la sexta bola, en el primer alambre de la primera tabla, apenas unos minutos después de que los niños de San Ildefonso comenzasen a entonar su retahíla de números afortunados.

Ese 12.775, cantado por Isaac Patricio Vaquero y Nazaret Blanco Corrizal, llevó una lluvia de millones a las localidades de Osuna y La Puebla de Cazalla (Sevilla), Roba de Bará (Tarragona), Santa Perpetua de Ogoda (Barcelona), Luque (Córdoba), Mora (Toledo) y las ciudades de Alicante, Logroño y Granada, entre otros territorios.

El premio sorprendió conduciendo al vendedor de una de las series, José Ramón Núñez, vecino de la localidad toledana de Mora, de unos 10.500 habitantes. En el municipio cordobés de Luque se encontraban trabajando en el campo en la recogida de la aceituna -un negocio en el que se basa la mayor parte de la economía local- cuando los niños de San Ildefonso confirmaron que habían sido agraciados. El lotero de la localidad, Miguel Molina, repartió diez décimos del 12.775.

Pero en la Administración de lotería de Luque apenas se vieron agraciados en toda la mañana. "Estamos en época de recolección y, probablemente, estén todos en el campo recogiendo aceituna, la fiesta será por la tarde", proclamaba el lotero a la vista de lo contenido de la celebración en las primeras horas de la jornada. "Lo íbamos persiguiendo, el año pasado nos quedamos en el número anterior al Gordo", relató Juan Ramón Núñez, que reparte por primera vez un premio importante de Navidad. Fue una serie del segundo premio que vendió por ventanilla, uno a uno, a agricultores de la localidad entre el 13 de octubre y 7 de noviembre. "Estoy muy contenta de que haya tocado, lo esperábamos desde hace muchos años", aseguró a los periodistas María, la madre del lotero, que se encontraba en la peluquería cuando los niños cantaron el 12.775.

Los décimos vendidos por la hermandad de San Arcadio de Osuna (Sevilla) se fueron también a una cofradía de Barcelona. Los sevillanos repartieron 800 décimos, lo que representa una lluvia de 100 millones de euros. Entre Osuna y La Puebla de Cazalla se vendieron 140 series de este segundo premio.