Como en tantas otras cosas (el astillero, la vela, la política€) hice todo lo contrario de lo que mi padre esperaba de mí para no parecerme a él en nada, para llevar una vida completamente distinta. Por si acaso. Porque durante mucho tiempo, y por causas que no vienen a cuento, el odio y el miedo fueron los principales nutrientes de una relación enfermiza que se prolongó durante demasiado tiempo. Tanto que cuando quise darme cuenta ya era demasiado tarde para deshacer el entuerto, aclarar los equívocos. Ir juntos a Balaídos. Son palabras de Alfonso Armada, autor de "El Celta no tiene la culpa" (Libros del K. O.). Cuando Alfonso Armada (Vigo, 1958) se ponía de portero se tapaba la cara para que no le rompieran las gafas. Era demasiado bajo para el baloncesto, y demasiado blando para el balonmano. Tal vez por eso se dedicó a la lectura y a su principal derivada: la escritura. Como plumilla debutó en Faro de Vigo, pasó quince años en El País y lleva desde 1999 en ABC, donde ahora dirige el suplemento ABC Cultural. Es editor fundador de la revista digital fronteraD. Sus últimos libros publicados son, "Mar Atlántico. Diario de una travesía"; "Fracaso de Tánger", y "Sarajevo. Diarios de la guerra de Bosnia".