La FECE difundió un comunicado para puntualizar las informaciones aparecidas hoy en las que se afirmaba que, a partir del próximo mes de abril, se negarían a cumplir la cuota de pantalla que contempla la ley vigente.

Dicha norma les obliga a programar un día de cine europeo por cada tres de terceros países, en referencia a la cinematografía de Estados Unidos. Una medida que también contempla el borrador del anteproyecto de la nueva ley.

En la nota informativa, la Federación no descarta tomar estas iniciativas "empresariales, jurídicas y sociales" si, "como parece, el anteproyecto de la Nueva Ley del Cine no contempla las justas reivindicaciones históricas de los exhibidores de cine", y se remite a la conferencia de prensa ofrecida el pasado 28 de febrero, donde ya adelantaron la posibilidad de dichas acciones.

Los exhibidores entienden que mantener la cuota de pantalla es una "prorrogación de la regulación parcial de las salas de cine".

Una medida, dicen, "intervencionista", "inconstitucional", "contraria al ejercicio de la libertad de empresa" y "sin equivalencia en ningún otro país de la Unión Europea".

FECE afirma que el plante ante el cumplimiento de la cuota de pantalla "puede ser la primera de otras medidas contra la regulación de facto en la que vive el sector" y su puesta en marcha "podría producirse en próximas fechas y sin esperar a la nueva legislación".

Los exhibidores insisten en que también pueden plantear otras medidas de presión frente a las distintas situaciones "que atenazan el libre desarrollo empresarial" y que FECE "viene reivindicando ante Administraciones, órganos legisladores y medios de comunicación".

El borrador del anteproyecto de la nueva ley de cine no contempla, a juicio de FECE "ninguna medida" para "atajar la concertación, el cártel y el abuso de posición de dominio" que vienen desarrollando desde hace años las cinco grandes distribuidoras americanas "con total impunidad" y "ante la pasividad" de la Administración, "a pesar de las resolución de condena a las mismas que dictó en mayo de 2006 el Tribunal de Defensa de la Competencia".

"El sector de exhibición cinematográfica considera imprescindible un reconocimiento histórico por parte del Gobierno y los productores, actores y demás componentes del sector del cine español", dice FECE, que insiste en "el esfuerzo" realizado por las salas de cine "desde 1941 hasta hoy".

Los exhibidores entienden que, durante estos 65 años, han contribuido y apoyado al cine español, "sin que hasta el momento nadie haya reconocido esta aportación ni tampoco ningún Gobierno se haya preocupado en aplicar medidas compensatorias fiscales y/o económicas", como consecuencia de la "continuada intervención" a la que han estado sometidos.

Además de insistir en el coste que ha supuesto para el sector la aplicación de la cuota de pantalla, estimado en mil millones de euros en el período comprendido entre 2001 y 2006.

Una cifra que, según la Federación de Cines, representa "casi cinco veces las subvenciones directas -en concepto de ayudas a largometrajes, cortometrajes y promoción- recibidas durante esos años "por el sector de la producción" y que proceden de "los Presupuestos Generales del Estado".

Ante todo ello, FECE entiende que la situación es "insoportable" para el sector, que "daña definitivamente a la exhibición" y "prima vía subvenciones directas, del Ministerio de Cultura y Presupuestos Generales del Estado; e indirectas, del sector de la exhibición y televisiones, a los productores españoles y europeos de cine".

De ahí que concluya: "El sector de exhibición cinematográfica no puede aceptar más un trato injusto, discriminatorio y abiertamente inconstitucional".