La subida del IVA en las peluquerías se ha cobrado en Vigo y su área metropolitana en los dos últimos años el cierre de un 20 al 30% de establecimientos. Es decir, dos de cada diez peluquerías han tenido que desaparecer o prescindir de empleados, en muchas ocasiones por no cargar el incremento del impuesto en la factura del cliente. Así lo aseguró el presidente de la Federación de Asociaciones de empresarios de peluquería y estética de Galicia (Fepega), Jesús Saiz, ayer en Vigo.

La asociación participará el próximo domingo en la manifestación convocada en Madrid para denunciar el IVA del 21% que se aplica al sector desde el año 2012. Es, aseguran "una bomba contra las peluquerías". El presidente de Fepega realizó un balance de estos tres años de "golpe mortal" para empresas y trabajadores, desde que el Gobierno anunciase una subida del IVA para el sector del 8 al 21%. Las reclamaciones de los profesionales piden que se baje al 10%.

Según los datos aportados por el presidente de Fepega, extraídos de las cifras que maneja la asociación nacional del sector, en España, en 2012, el sector contabilizaba más de 109.000 empresas que empleaban a más de 200.000 personas. A finales de 2014, se estima que habían cerrado sus puertas "casi 14.000 establecimientos" y se habían perdido alrededor de 35.000 puestos de trabajo. Estos datos, según Saiz, "están superados a día de hoy".

"Las cifras cantan y, por tanto, legitiman cualquier movilización que decidamos llevar a cabo en pos de un objetivo capital para el sector: la bajada del IVA al 10%", ha sentenciado Jesús Saiz tras rememorar los múltiples esfuerzos llevados a cabo por los profesionales para lograr este fin. A modo de ejemplo, ha recordado que en 2013 se hicieron llegar al Gobierno varias propuestas para aplicar en la liquidación del IVA el tratamiento fiscal favorable para el sector, medidas que, según denuncia, "no han sido tomadas en cuenta".

La vicepresidenta de Apep, Viviana Blanco, incidió en los perjuicios para la formación de los profesionales que ha traído consigo esta reforma impositiva y ha comentado casos en los cuales los propios trabajadores se han mostrado dispuestos "a cobrar menos" para evitar utilizar productos más baratos y de peor calidad.