Fani, Rodrigo, Carlos, Pablo y Marcos entran por una puerta con forma de cerradura, como si ellos fuesen la llave, para enfrentarse por segunda vez a un reto en el que tendrán que convertirse en ingeniosos escapistas. Encontrar llaves y claves de candados serán algunos de los desafíos por los que tendrán que pasar en los juegos de Parapark, aunque llegan preparados porque, en esta ocasión, conocen perfectamente las reglas del juego.

Una corta explicación les guiará en su exploración, que tendrá como único escenario una habitación (o eso parece) de la que recorrerán cada milímetro para llegar a conseguir la clave que les dará vía libre para abandonar el apartamento. Tienen para ello un tiempo limitado: 60 minutos.

¿Cuál es el secreto para conseguir superar el juego con éxito? preguntamos a este grupo ya experimentado. "Trabajar en equipo y comunicarse todo lo que se encuentra", responde Marcos. Y es que cada pequeño detalle puede ser una clave.

Parapark comenzó su andadura en Vigo hace unos meses, en noviembre del pasado año, en un local situado en la zona del Calvario, con un único juego ("Pasaje nº9"), en el que los jugadores se convierten en una suerte de detectives con la oportunidad de inspeccionar el apartamento de un hombre, sospechoso de haber raptado a una niña. Durante una hora, antes de que el inquilino regrese, el equipo podrá realizar su propia investigación.

El rápido éxito del juego y la necesidad de ampliar los retos para un público ansioso de nuevas experiencias de escapismo ha obligado a Parapark a ampliar tanto su oferta como el espacio. En poco más de seis meses, han recibido más de 2.000 grupos, formados por entre dos y cinco personas. Ahora se encuentran en una nave en la Estrada do Vilar, donde Parapark ya solo es una parte de un centro de ocio especializado en escapismo mucho más amplio, llamado Eskapark, al que se han añadido dos nuevos juegos.

"Cuarto elemento" supone el segundo nivel de dificultad de Parapark, siguiendo el ejemplo del juego inicial, con un nuevo y misterioso caso que deberá ser resuelto por los jugadores. Aquí, Indiana Jones y el Apóstol Santiago son los protagonistas.

El juego más reciente, "Corredoors", ha venido a romper el molde con un nuevo reto de ingenio basado en la competición. Dos pasillos paralelos sirven para la lucha de ingenio entre dos personas o equipos de dos, donde ganará quien consiga descifrar todos los enigmas a mayor velocidad. Pronto estrenarán "Alcatraz", un juego de escapismo al más puro estilo "El Chapo", en el que los jugadores se convierten en presos -previa recepción de una orden de detención- con el claro objetivo de conseguir zafarse de su celda.

Mientras se escucha la voz nerviosa de los cinco amigos que tratan de superar las pruebas en la habitación de "Cuarto elemento", un segundo grupo abandona el escenario de "9º pasaje". Carlos, Daniel, Silvia, Sergio y Adrián han conseguido superar el juego sin necesidad de recibir ninguna pista.

"Usar el ingenio y no la fuerza" es el consejo de Carlos para el éxito. "Y no fiarte de lo que parecen las cosas" añade Dani, "porque puedes estar haciendo algo mal y convencido de que está bien". Y es que en las habitaciones, recalcan, "nada es lo que parece". Superado este primer peldaño, los cinco amigos coinciden en una cosa: sus ganas de enfrentarse al segundo nivel del juego.

Minutos después, un leve pitido avisa de que lo han conseguido. La puerta se abre y el grupo encabezado por Fani sale de su habitación, empapado en sudor, con sensación de haber superado una gran prueba, 8 minutos y 6 segundos antes de que finalizase el tiempo permitido.

"¿A quién se le ha ocurrido esto?", pregunta Pablo entre risas. El encargado del establecimiento, Carlos, le cuenta que el juego proviene de Hungría, donde nació la idea que hoy triunfa tanto en Galicia como en otros puntos de España y Europa.

¿Qué tal esta segunda experiencia? preguntamos a Fani. "Genial", responde con una sonrisa, todavía acalorada." Venía un poco desconfiada, porque después de probar el primer juego, pensé que en este, que es más complicado, nos atascaríamos", comenta.

"Nos quedamos bloqueados en dos momentos, porque tienes que pasar por sitios que no te esperas para nada", explica Pablo, sin querer dar más pistas, aunque añade: "¡es una locura!". Y es que el misterio y la capacidad de sorprender al jugador son parte esencial de la diversión que ofrecen los juegos de escapismo, en los que en Eskapark se han convertido en especialistas.