Tras registrar el verano más cálido de los últimos 54 años, con semanas consecutivas de temperaturas que achicharraban el mercurio, Galicia ha vuelto este jueves a las lluvias y temperaturas suaves.

El mal tiempo, que ha permitido reducir el número de incendios que asolaban los montes gallegos, permanecerá al menos hasta el sábado, con temperaturas máximas por debajo de los 20 grados en Vigo, según datos de Meteogalicia. Algo mejor lo tienen en Ourense donde el fin de semana se podrían superar ya los 25 grados. Por su parte, en el norte de la comunidad las lluvias y las temperaturas suaves serán la tónica en lo que queda de semana.

Por ahora, por tanto, un paréntesis al verano a la espera de poder volver a disfrutar de los cielos despejados y altas temperaturas propias del periodo estival.