Mucho ha llovido desde el primer Sorteo de la Lotería de Navidad. Desde sus orígenes, los premios del Sorteo Extraordinario han ido creciendo de forma significativa. Así, de los 8.000 reales del primer 'Gordo' hemos pasado a los 4 milllones de euros a la serie del actual.

Desde 1812 lleva repartiendo premios la Lotería de Navidad. Ese fue un año convulso marcado por la guerra contra las tropas napoleónicas y el entusiasmo revolucionario que suscitó la Constitución liberal de 'la Pepa'. La historia ha visto desfilar desde entonces por sus páginas otras guerras, dos repúblicas, unas cuantas dictaduras y finalmente la democracia.

Los tiempos cambian y sus precios también. Y la moneda. El 'Gordo' repartió ilusiones en reales, reales de vellón, escudos, pesetas y euros. En dos largos siglos la cuantía de los premios, el coste de la vida, el valor de la moneda, los salarios, etc., han variado tanto que resultar premiado en una década u otra supone una más que ligera diferencia: de comprarte una manzana (de edificios) a permitirte adquirir una sola vivienda. Por poner un ejemplo.

Entonces, ¿cuánto vale realmente el 'Gordo' ahora y cuánto valía antes? Veamos algunos ejemplos de la evolución (o involución) del primer premio del sorteo:

El primer décimo en 1812 costaba 40 reales (10 pesetas; 0,06 euros) y el 'Gordo' estaba dotado con 8.000 reales. En 1870, el boleto costaba ya 0,30 pesetas y el premio alcanzaba las 150.000 pesetas, lo que convertido en euros actuales significaría unos 900 euros. En la época esta cantidad daba para hacerse con ingentes posesiones. Ya sabemos lo que se puede adquirir hoy en día con 900 euros.

La Lotería de Navidad alcanzaría la cumbre de la generosidad entrado el siglo XX, en las décadas veinte y cuarenta. En 1920 comprar un décimo que costaba 0,60 euros podía significar que cayese del cielo una suma astronómica que abría las puertas para hacerse con grandes propiedades.

Nada parecido volvería a verse en la Historia de la Lotería de Navidad. Adiós a eso de comprarse edificios enteros. Basta mirar los 400.000 euros actuales del Gordo que se sortea el 22 de diciembre y echar un vistazo al precio de la vivienda actual. Y eso que el precio de las casas no deja de rodar cuesta abajo.

En estos tiempos de crisis el Gordo seguro que sirve, si no para adquirir edificios enteros, por lo menos para alegrar -y aliviar- más de unas navidades.