El realizador vigués comenzó a bucear cuando solo era un chaval. "Desde muy pequeño me apasionó el mundo submarino y se me ocurrió unirlo a mi otra gran afición, la fotografía", explica. Candán recuerda con una sonrisa aquella primera época en la que ideaba sistemas para sumergir la cámara con bolsas de plástico. "La participación en concursos me fue dando, poco a poco, la posibilidad de profesionalizarme", apunta. El realizador asegura que en las rías gallegas aún queda mucho por descubrir. "No hay día que vaya a bucear en el que no descubra algo nuevo; tenemos un entorno privilegiado que asombra en todo el mundo", concluye.