También Pablo Pino, que vive en Nigrán lo tiene claro: quiere estudiar Medicina en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. Logró una nota de 13,52 sobre 14 en Selectividad y cree que le gustará ser médico porque le satisfacen más las recompensas conseguidas tras sacrificios. "Desde 2º de la ESO, cuando empezamos a marcar un itinerario, lo supe", asegura. "Es aquello a lo que te vas a dedicar toda la vida, así que tiene que ser vocacional", sentencia. "Algo que te llene, aunque la salida también pesa".