Antonio Pérez Prado (1926-2009) "paladeaba" las palabras como si de un rico licor se tratasen. Fueron su mejor regalo para su hija Aixa Pérez-Prado, que ayer recordaba en Vigo cómo su padre, nada más nacer ella, empezó un libro sobre su vida que sigue abierto. Antonio falleció en 2009 pero su espíritu, su obra, sigue en pie representado por un legado de documentos, libros y pinturas que se encuentran en la Fundación Penzol, del Casco Vello olívico, ocupando 12,5 metros lineales en las estanterías. Ayer mismo tenía lugar la presentación pública de la donación. Entre la documentación destacan las cartas, artículos de prensa y demás escritos que redactó denunciando el uso del vocablo gallego con término peyorativo, especialmente, en los "chistes sobre gallegos" que circulaban por Buenos Aires, ciudad donde nació y falleció.

Para Pérez Prado, esa burla tenaz contra la palabra gallego debía acabar y a ello dedicó parte de su vida, él que era gallego de segunda generación, es decir, descendiente de lucenses nacido en la capital argentina. Sobre esta batalla, habló ayer el director de la Fundación Penzol, Francisco Domínguez, señalando que "Antonio Pérez Prado destacou na loita contra os chistes sobre 'gayegos' que máis que humor eran un desprezo dos porteños a unha colectividade que contribuíu a construír Buenos Aires".

Domínguez también recordó cómo el escritor y médico denunció en el año 1993 a la Editorial Planeta por publicar un libro de chistes de gallegos de Celso Muleiro "de carácter totalmente xenófobo". Esa lucha de Pérez Prado sigue vigente. Tristemente porque el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) en su versión online gratuita aún muestra como quinta acepción "adj. C. Rica, tonto (falto de entendimiento o razón)", en alusión a que en Costa Rica gallego significaría tonto.

En el año 2009, el mismo en el que fallecía Prado, el secretario de la RAE entonces, José Manuel Bleca, realizaba declaraciones ante la prensa anunciando que esta acepción se retiraría en 2013 del diccionario en papel. Los académicos, entre los que hay algunos gallegos, olvidaron la versión en internet.

Pero Pérez Prado no solo destacó por esta lucha, sino que también realizó estudios sobre la comunidad gallega en Buenos Aires. Sobre esto habló el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, indicando que no se limitó a contabilizar cuántos gallegos había en la capital, de dónde procedían o cuál era su clase social. Su innovación en los estudios sociológicos radicó en conocer su interacción con las otras comunidades de habitantes tanto autóctonos como foráneos y los lazos de estas redes.

Su libro por excelencia fue Los gallegos y Buenos Aires donde explicaba la historia de la tierra defendiendo su buen nombre. Este libro, así como sus cartas con Pousa Antelo, Blanco Amor, Fernández del Riego, Neira Vilas, Isaac Díaz Pardo o Seoane, entre otros, pueden consultarse en la Fundación Penzol.