Los niños de hoy podrían ser los obesos del mañana y, por esa razón, convertirse en "pacientes crónicos de por vida" ya que estas patologías son "mucho más frecuentes" en ese grupo de población "y lo van a ser más en el futuro". Además, algunos autores advierten ya de que los menores que tienen ahora un problema con el exceso de peso podrían vivir hasta diez años menos. De ahí, explicó ayer la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, la "preocupación" de la Xunta por un "problema", el sobrepeso, que afecta a uno de cada tres niños gallegos de entre 6 y 15 años.

El Plan Xermola nace para luchar contra ese problema. Su meta es "disminuir la prevalencia de la obesidad en la población infantil y juvenil de Galicia en un plazo de ocho años, mejorando el patrón alimentario y de actividad física del colectivo", es decir, con prevención, junto a otros determinantes que se vayan identificando en el futuro. Para Mosquera, "cada niño será un objetivo fundamental".

Sanidade espera no luchar sola. Al respecto, Mosquera subrayó ayer que considera "necesario", y así lo contempla el plan, "implicar" a las instituciones políticas y económicas y a la sociedad en su conjunto". Por eso, uno de los grupos de trabajo que elaboró las estrategias en torno a las que gira el Xermola se centró en las empresas.

Junto a la apuesta de la Xunta por establecer una propuesta de buenas prácticas para "definir, regular y verificar la oferta alimentaria en el centro escolar" -terreno en el que se "reformulará y actualizará el manual de los menús escolares"-, "también hay prácticas", señaló Mosquera, "con las empresas para que los aditivos que se añadan" a los productos alimenticios "no vayan a contribuir al sobrepeso, sino todo lo contrario".

Según explicó la coordinadora del grupo empresarial, Ángeles Romero, catedrática del Área de Tecnología de los Alimentos en la Universidade de Santiago, "hay una estrategia para la reducción de las grasas, los azúcares y la sal y ya hay un número muy importante de empresas que se sumaron de forma voluntaria" y se ha propuesto apostar en el sector por la "investigación y la innovación en alimentos".

El Plan Xermola también contempla, entre otras medidas, que las universidades "prioricen" las lineas de investigación en obesidad infantil o la inclusión de contenidos relacionados con la salud en las titulaciones "con la previsión de docencia en su carrera profesional". No serán el único objetivo de acciones formativas, que se dirigirán asimismo al personal sanitario y a los responsables de cocina y de los menús escolares.