Recibir clases de apoyo de alguna asignatura o aprender idiomas sin moverse del sofá, mientras se está de vacaciones o en un descanso del trabajo. Esto es lo que permiten las clases particulares online, una fórmula de enseñanza que cada vez ofrecen más academias y profesores de Galicia y que no deja de ganar adeptos. "Es un sistema más cómodo porque evita los desplazamientos y con el que se aprovecha mejor el tiempo porque el alumno puede grabar la clase y verla las veces que necesite", relata Isabel Taboada, profesora online de Ciencias. Los pedagogos también da el visto bueno a este tipo de pasantías. "Son más interactivas y atractivas para los estudiantes", señala el presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia, José Manuel Suárez.

Internet permite ofrecer diferentes tipos de clases online. Las más habituales son las que se realizan a través de videoconferencia -generalmente con skype- y en donde profesor y alumno interactúan como en la presencial. "Es exactamente igual que tener al estudiante al lado; le explico, veo los ejercicios que hace...", relata Isabel, quien tiene claro las ventajas de este sistema sobre el tradicional. "Son más divertidas y atractivas, el alumno puede grabar la clase para volverla a ver en otro momento sin la necesidad de que el profesor repita lo mismo una y otra vez, lo que hace que 60 minutos de clase online sean más productivos", señala esta docente que imparte clases de materias de ciencias a alumnos de ESO, Bachillerato o universitarios. El mismo método utilizan en la academia Aristos de A Coruña. "Existe la posibilidad de una clase online, en lugar de en el centro o a domicilio, para el apoyo de cualquier materia aunque la mayoría lo demanda para aprender un idioma", señala la directora del centro, Cristina Vázquez.

Pero una clase online va mucho más allá de una simple videoconferencia. El correo electrónico se convierte en otra herramienta básica de comunicación entre profesor y alumno. "Hay que darles previamente el material de trabajo", indican en Aristos. "Otra fórmula de dar clases son las asíncronas, es decir, me grabo explicando un tema y se lo envío por correo al alumno. Después él me envía los ejercicios, yo los corrijo...", añade Taboada.

Existen incluso web especializadas en este tipo de clases como academiaencasa.net en la que a las clases online convencionales se suma la posibilidad de resolver dudas de forma inmediata fuera del horario. Basta con consultar qué profesores están conectados en ese momento.

Las pasantías online están abiertas a alumnos de cualquier edad, pero es a partir de ESO cuando más demanda tienen. "Suele ser gente que vive lejos del centro y por cuestión de horario prefiere por skype o jóvenes universitarios que quieren un curso de inglés online", indican en Aristos. "El alumno puede encontrarse en cualquier lugar (en la playa, en casa, en otro país, de vacaciones, ...) y no perder su clase", señala Isabel, quien sólo ve ventajas a este método.

Para los pedagogos gallegos, estas clases online llegan para quedarse y aseguran que se incorporarán poco a poco no sólo en las academias sino en la enseñanza obligatoria. "Ya hay universidades donde parte de las materias son presenciales y otras online. Nuestro sistema de enseñanza está caduco y las nuevas tecnologías abren nuevas vías", resalta Suárez.