Noche cerrada en la playa nigranense de Patos. La resplandeciente silueta de un grupo de surfistas desafiaba ayer, rayando la medianoche, la oscuridad y la niebla sobre sus tablas que, más que deslizarse sobre las olas, parecían flotar en el aire ante la mirada asombrada de cientos de curiosos. Quienes afrontaban el reto eran los socios del Patos Surf Club, que celebraron así el décimo octavo aniversario de su escuela con una fiesta surfera nocturna inédita en la ría de Vigo.

Tablas especiales dotadas de iluminación led y neoprenos reflectantes permitieron a los osados surfistas adentrarse en el mar a oscuras y cabalgar como nunca antes sobre las olas. Otros siguieron su luminosa estela en el mar con sus propias tablas en una exhibición que estaba prevista para el pasado miércoles y que las condiciones del mar obligaron a posponer hasta ayer.

Mientras, en la arena el público, entre el que se repartieron vistosas pulseras de neón, disfrutó de una barbacoa playera ambientada con música techno a cargo de un DJ que pinchó desde las once de la noche desde la terraza de la escuela de surf. La "mágica" noche, con intenso sabor americano, permitió a los asistentes degustar también los tradicionales "marshmallows", dulces nubes de golosina tostadas al fuego.

La fiesta se prolongó hasta bien entrada la noche, cuando los últimos surfistas abandonaron la playa cediendo la arena a las sombrillas y toallas de los primeros bañistas.