"Nos bombardean con todo tipo de productos milagrosos pero yo digo que para estar en forma no hacen falta productos, no conozco cambios corporales que no se hayan conseguido con alimentación sana y ejercicio. Lo demás es tirar el dinero", decía ayer en el Club FARO Juan Rallo, entrenador personal y propietario de gimnasio, que saltó a la fama desde los cambios que consiguió con famosos como Pablo Motos y Cristian Gálvez.

"Yo no he fallado nunca porque mis retos, mi sistema de entrenamiento, se fija un plazo fijo entre 3 y 4 meses y unos objetivos, y procura simplificar", dice Rallo, que basa en tres principios generales la efectividad del cambio: comida sana, ejercicio y cabeza. "Son las 3 únicas cosas que hacen falta", asevera.

Cuando habla de cabeza se refiere a la motivación. "Cuando hablo de motivación para ponernos en forma -dice- no me refiero a un entrenador personal detrás que te mueva sino a internalizar ese deseo; que no venga de algo exterior como la llegada del verano o una nueva novia porque eso no funciona sino que sea una motivación interna como cuidarse a sí mismo por nosotros y por los demás.

Reconoce Juan, autor en Planeta de "Ponerse en forma para dummies", que motivación no nos falta ahora, en esta época del año, para lucir cuerpo en verano pero "el problema es que durante esta época, todos nos apuntamos al gimnasio, empezamos con muchas ganas la primera semana y entrenamos al máximo, de manera irreal. También dejamos de comer para adelgazar rápidamente, y debemos tener muy presente que el hambre es la antesala de los atracones".

Momentos frágiles

"Hay una fase frágil en todos los entrenamientos -añade-, un momento en que por una u otra razón no se cumple el programa, pero no debe desmotivarnos. No está perdido todo lo que se haya hecho, lo importante es no dramatizar y continuar".

Respecto a la filosofía con que debe realizarse el ejercicio, segunda de las claves junto a cabeza y alimentación, dice Rallo que es un mundo de posibilidades pero él prefiere simplificar. "Todos los entrenamientos tienen que cumplir seis puntos. Uno, la unidad corporal: hay que decidir lo que uno quiere, si hacer fondo, si desarrollar masa muscular... Dos, especifidad: cada caso precisa un programa diferente. Tres, continuidad: no tenemos que entrenar todos los días. Yo siempre digo que dos días son suficientes, tres notable y cuatro sobresaliente. El cuarto punto es el umbral mínimo: cualquier ejercicio que hagamos debe superar el 30 por ciento de nuestra capacidad. El quinto, la carga progresiva: si quieres mejorar, hay que bajar tiempos y subir cargas. Y el sexto, la técnica: las buenas técnicas optimizan nuestro esfuerzo y permiten que con menos s e haga más".

Y la tercera clave es la comida sana. "No vas a convertirte de repente en un conocedor de la materia -dice-. Yo divido mis entrenamientos en tres partes. En la primera, el primer mes, enseño cuando comer. Y digo que lo ideal es la ingestión de calorías a primera hora del día y comer cinco veces al día; de esta forma no pasas hambre, no te das atracones y la comida no se transforma en grasa. Es fundamental también ordenar la alimentación y controlar las cenas, que sean ligeras. Dependiendo de si te acuestas lleno o no, estarás las ocho horas de sueño acumulando grasa o eliminándola".

En la segunda parte, el segundo mes, Rallo enseña qué comer y en el tercero cuánto comer. "Pero si cumples los dos requisitos anteriores, cuándo comer y qué comer, casi no vas a precisas andar pesando o mirando cantidades. Y lo que sí aconsejo es no gastar en suplementación siempre que comas con cabeza. Para qué vamos a comprar proteínas, por ejemplo, si puedes hallarlas en la comida".

Rallo insiste en la importancia de la alimentación. "Eres lo que comes; comes lo que compras. No abras la nevera o el armario de las galletas para ver qué hay dentro que te puedas llevar a la boca. Comer debe ser un acto consciente y a ser posible preparado. Lleva una alimentación ordenada".