Un sencillo análisis de saliva sirve para detectar a los pacientes con artrosis que tienen un riesgo elevado de necesitar una prótesis de rodilla en un corto periodo de tiempo, lo que permite actuar sobre la enfermedad y retrasar e incluso evitar el implante de esta pieza ortopédica. Este avance médico, que ha sido presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER) que se celebra en Tenerife.