Un empresario británico de 53 años, padre de familia, se ha convertido en el primer hombre del mundo a quien extirpan la próstata para prevenir un cáncer, después de que un análisis genético determinara que era portador de la mutación del gen BRCA2, que aumenta el riesgo de desarrollar un tumor maligno hereditario. Este hombre, con antecedentes familiares de cáncer, participaba en un estudio del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres y los resultados positivos coincidieron con la noticia de la doble mastectomía preventiva a la que se sometió la actriz Angelia Jolie, portadora de otra mutación que predispone al cáncer de mama y de ovarios, la del gen BRCA1, por lo que decidió pasar también por quirófano, según el diario "The Idependent".

Sin embargo, la prostatectomía radical preventiva como método profiláctico no está avalada por la comunidad científica, que sostiene que la sola presencia del gen BRC2 no justifica la prostectomía radical, operación que consiste en la extracción de la próstata y parte del tejido que la rodea y que suele realzarse por laparoscopia. Los especialistas sostienen que en la actualidad no existen estudios genéticos que permitan determinar si existe un alto riesgo de sufrir un cáncer de próstata agreviso con la misma precisión que en el de mama, mientras que someterse a una prostatectomía conlleva un elevado riesgo para el paciente.

Manuel Ángel Ruibal Moldes, jefe del servicio de Urología del Complejo Hospitalalio de Pontevedra (CHOP), desaconseja de forma la extirpación preventiva de la próstata porque es una medida muy agresiva cuando el cáncer de próstata se puede detectar en sus estadios iniciales con un simple análisis de PCA. "Un elevado índice de antígeno protásico específico en sangre ya nos permite sospechar que puede haber cáncer cuando las células cancerosas son microscópicas y comenzar a aplicar el tratamiento curativo", explica el urólogo, que añade que la mutación del gen BRCA2 tampoco es tan determinante en el cáncer de próstata como en el de mama y ovario. "Lo que sí parece estar más claro es que quienes tienen esta mutación y tienen cáncer de próstata, este es más agresivo. Si se es portador de este gen y se le ha diagnosticado cáncer de próstata, entonces sí sería recomendable operar en vez de vigilar el tumor", añade el especialista. En su opinión, el paciente británico adoptó una medida muy drástica cuando una vigilancia médica muy extrecha hubiera sido suficiente para controlar si desarrollaba o no células tumorales.

Según Ruibal, la prostatectomía radical puede dejar serias secuelas al paciente, entre estas, la incontinencia y la impotencia. "Si no hay diagnóstico de cáncer, aunque se tenga ese gen, no está justificada la intervención", insite el especialista.

El diagnóstico precoz es vital para afrontar este cáncer, por lo que Ruibal aconseja a los varones mayores de 50 años una revisión anual de la próstata y a partir de los 45 si se tiene antecedentes familiares. El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en el hombre y es el tercero que más muertes ocasiona en los varones, detrás de los de pulmón y colon.