En su web, el ilustrador gallego José Domingo se presenta como "ante todo, persona". En la noche del viernes, un hito en su vida: lograr que una de sus novelas gráficas haya sido elegida como el mejor cómic editado en España, según el prestigioso jurado del Salón del Cómic de Barcelona. "Te quedas tan sorprendido cuando pronuncian tu nombre que solo reaccionas para ir al escenario a recoger el premio", confesaba en la tarde de ayer, minutos antes de iniciar una nueva firma de ejemplares en el Salón.

El día anterior ya lo había hecho pero antes de que se conociese el palmarés. "Los lectores me desearon buena suerte", recordó una persona que, a diferencia de otros ilustradores, de pequeño, nunca preparó un tebeo propio en casa, de esos míticos de páginas grapadas. "No sé si por vagancia nunca lo hice. La verdad es que de pequeño dibujaba pero no hacía comics", indicó a través del teléfono.

Con el galardón bajo el brazo, que se traducirá en un premio en metálico de 10.000 euros, el ferrolano de adopción José Domingo confía en que el premio "impulse" su obra, Aventuras de un ofinista japonés, en España pero también en el extranjero. Domingo da por "segura" la edición en otros países –diferentes de España y Francia– apoyándose en un premio con reconocimiento que "da más garantías al editor" para emprender el asalto a otros mercados. Pero, de momento, no hay nada en firme, solo "negociaciones".

La idea de este joven ilustrador es darse, ahora, un respiro en cuanto a proyectos para macerar en su cerebro varias ideas que le asaltan y para las que pide tiempo. "Quiero coger proyectos que me entusiasmen para que salgan lo más redondos posible", señala desde Barcelona donde permanecerá unos días más disfrutando de la felicidad de haber recibido el premio más codiciado de España en cómic, junto al Nacional.

Aún así, sus metas no son fichar por Marvel o convertirse en un superventas. "Deseo seguir trabajando. El premio es muy importante, funciona bien, pero al fin y al cabo es un libro. Para el siguiente, hay que hacerlo mejor", señala un autor que ya se ha adentrado en el mercado digital con El Gran Flaffy y la editorial independiente Altercomics.

"Son tiras limitadas con cinco historietas más el capítulo de otro cómic de la editorial en un pen drive de 4 gigas", explica un creador al que las obras en formato digital le parecen una "muy buena idea", aunque con matices. "Llevamos años hablando del cómic digital pero no acaba encajando en la vía adecuada de momento", concluye.