La Real Academia Galega de Belas Artes se ha unido a las quejas de la Academia da Lingua y reclama los medios económicos necesarios para poder desarrollar su labor de forma digna. En un manifiesto difundido ayer, que lleva por título Justicia y equidad para las academias, la institución, con sede en la Casa del Consulado en A Coruña, llama a reflexionar sobre la situación en que se encuentran la mayoría de las Academias gallegas.

"Aunque la atención pública está centrada en una Academia", dice el manifiesto, refiriéndose a la Academia da Lingua Galega, recuerda que que en 2003 se transfirieron a la Xunta de Galicia, sin acompañamiento económico, cinco Academias: la Gallega, la de Ciencias, la de Medicina y Cirugía, la de Jurisprudencia y Legislación, y la de Bellas Artes.

"Desde entonces –señala–, las academias han recibido diversas asignaciones económicas de las diferentes consellerías a las que fueron adscritas, sobreviviendo con presupuestos muy limitados que obligan a buscar otras vías de financiación igualmente escasas".

La Academia de Belas Artes hace una llamada "a la justicia y, sobre todo, la equidad" Justicia, manifiesta, porque, como institución encargada de velar por la recuperación, conservación y difusión del Patrimonio Cultural Gallego, "debe recibir el apoyo no sólo moral sino también económico" de la administración. Y "equidad, por que no desea recibir las mismas cantidades que se dedican a otras instituciones similares, sino que reivindica que se le preste la ayuda necesaria para poder llevar adelante su labor con dignidad".

Recuerda que en 2011 la Academia de Bellas Artes recibió de Patrimonio de la Xunta 16.000 euros; 40.000, del Ministerio de Educación; 10.000 de la Diputación de A Coruña, y 6.000 de la Fundación Barrié. Los Presupuestos autonómicos destinaron este año 40.000 euros a la Academia, que ignora si se mantendrán "otras ayudas ni cuando se hará efectivo el pago de tan exigua dotación".

"Con estos datos", concluye el manifiesto, "queda claro que es necesario afrontar, de una vez por todas, el reconocimiento del papel de todas las Academias en el entramado cultural de nuestra Comunidad y arbitrar los medios económicos necesarios y equitativos, aunque ajustados en un momento de crisis como el actual, para que puedan llevar adelante su labor con la dignidad que merecen".