Pese a que muchos asocian la lepra con una enfermedad propia de otro siglo, el jefe de Dermatología del Hospital Universitario de A Coruña reconoce que es una patología todavía presente en su consulta. Eduardo Fonseca derriba falsos mitos y asegura que la lepra, hoy en día, "no supone ningún peligro social".

–Los médicos del Hospital de A Coruña, ¿todavía ven casos de lepra?

–Sí. Es cierto que hace por lo menos una década que no detectamos ningún caso de lepra en pacientes autóctonos, pero sí se ve con cierta frecuente en población inmigrante.

–¿Cuál es el perfil de estos pacientes?

–La mayoría proceden de Brasil, donde aún hay un gran problema de lepra, y ocasionalmente se detecta en ciudadanos de otros países de Sudamérica como la República Dominicana o Paraguay. Suelen ser personas jóvenes y con la enfermedad todavía no muy desarrollada. El único problema es que al tratarse generalmente de gente en situación irregular es difícil hacerles el seguimiento del tratamiento.

–¿Los casos detectados han aumentado en los últimos años?

–Los diagnósticos se están reduciendo porque también lo hace el número de inmigrantes que llegan a Galicia.

–¿Es sencillo contagiarse? ¿Cómo se propaga la lepra?

–Hoy en día, en pacientes que están controlados con medicación, la lepra no supone ningún peligro social porque el riesgo de contagio es mínimo. Hay que convivir con personas infectadas y en condiciones socio-sanitarias muy deficientes para que se produzca un contagio.

–¿Qué consecuencias para la salud tiene esta patología?

–Hay dos sintomatologías. Por una parte, el paciente puede presentar lesiones cutáneas y por otro, alteraciones neurológicas que le llevan a perder la sensibilidad y por ejemplo, sufrir quemaduras al no sentir el calor.

–¿Los pacientes todavía viven con el estigma que durante años acompañó a esta dolencia?

–Todavía hay cierta aprensión por parte de la sociedad hacia quienes sufren lepra, pero obedece a mitos que vienen de antiguo no a la realidad de la enfermedad que hoy tiene solución y cuyos pacientes hacen vida normal.