Marilia (Marisa Paredes), una mujer de media melena platino y una figura increíble a pesar de que podría ser abuela, acompaña a la mesa del desayuno a un cirujano plástico de nombre Robert (Antonio Banderas), al que cuida y protege como a un hijo. Aparecen cruzados de brazos ante un plato con un dulce, una taza y un azucarero con un diseño llamativo y fácilmente reconocible en Galicia.

Su presencia evidencia que la cerámica de Sargadelos ha conseguido colarse en una película de Almodóvar, para más señas, la última, "La piel que habito". En la escena donde Marilia y Robert hablan sobre el "trato" que debe recibir su especial huésped, el juego de té Vilar de Donas de la ´colección paxárica´ de Sargadelos brilla. La figura del pájaro azul sobre la peculiar tapa del azucarero atrapa la mirada y el caolín de la mariña lucense lo revela todo sin decir nada.

Tampoco hablan los adoquines de la rúa do Vilar, en Compostela, que acogieron los primeros días de rodaje del nuevo filme del aclamado –y también criticado por algunos– director. Ellos han visto al personaje de Vera (Elena Anaya) reencontrarse con su pasado y su identidad tras años de secuestro.

Un sueño alcanzado

En el impecable maquillaje de la piel de Vera ha participado una gallega como ayudante. Ha sido Raquel Fidalgo (muy reconocida por su trabajo en Celda 211) quien reconoce que trabajar en un filme de Almodóvar era su "sueño. Recuerdo cuando me vine a Galicia a los 22 años de edad. Hice teatro en la universidad y allí conocí a mi amigo Jorge. De aquella, fantaseábamos diciendo: ´Algún día trabajaremos con Pedro´".

Años después, una llamada de teléfono convertía la quimera en realidad. "Cuando me telefonearon proponiéndome trabajar con él no me lo podía creer y llamé inmediatamente a Jorge para contárselo", recuerda Fidalgo quien añade que "este trabajo me beneficia como experiencia a nivel profesional".

En lo personal, también. "Antonio Banderas es un cielo, una persona normal, gracioso y dicharachero", explica para, a continuación, seguir con las alabanzas a Almodóvar: "Tiene un humor inteligente que me recuerda a la retranca gallega. Solo puedo decir cosas bonitas sobre él".

Durante todo el filme, Raquel Fidalgo fue ayudante de maquillaje de Karmele Soler. Otros gallegos, sin embargo, solo participaron en la película para las escenas exclusivas rodadas en la comunidad. El encargado de encontrar los espacios que la productora El Deseo había reclamado es un coruñés, Alberto Alén (1979). "Soy localizador de situaciones. En principio, solo iba a ser para un fin de semana en el Pazo de Oca. Les envié las fotos y con ellas comprobaron que era lo que querían. Más tarde me pidieron que buscase una casa indiana, una carretera típica limitada por carballos y un cuartel de la Guardia Civil". La búsqueda le llevó dos meses. "Fue un honor trabajar con ellos porque son estupendos y porque tendrá mucha repercusión", añade.

A excepción de la vivienda indiana, el resto de localizaciones sí aparecen en el filme. El Pazo de Oca, en A Estrada, es donde se celebra la boda a la que asisten el doctor Robert y su hija adolescente y donde ocurrirá el episodio que desencadenará la locura que motiva toda la película.

Dos noches "durísimas"

Es en el Pazo donde se despliegan las actrices y figurantes gallegos interpretando a la familia, amigas de la novia y resto de invitados del enlace. Entre ellos, la joven actriz Sheyla Fariña y Mariana Carballal, esta última con una frase como amiga de la novia. "Fueron dos noches durísimas", rememora Carballal que resalta que "Almodóvar te trata como si fueses protagonista".

Por su parte, los encargados de la figuración fueron Pablo Vázquez y María Domínguez, de la productora gallega Alén Films. "Me alegro mucho de poder haber trabajado porque es una producción diferente, mayor. Los figurantes, por ejemplo, cobran más", unos 40 euros frente a los 25 de un proyecto menor. En este caso, "los recogíamos a las cinco de la tarde y no los devolvíamos hasta las siete de la mañana pero todo el mundo estaba contento", señala Domínguez.

La nómina de gallegos se ve en los títulos de crédito al final de la película incluyendo al "equipo en Galicia", Adolfo Domínguez, Zara, el NH Obradoiro y Tryp San Lázaro o a la diseñadora Elvira Valle de Les Cocons, entre otros. "Es un orgullo salir", reconoce la creadora viguesa de tocados.