La parroquia silledense de Abades fue escenario de la primera reunión de la familia Valenzuela Otero el pasado fin de semana. Un total de 174 miembros se dieron cita en la tierra donde ejerció la medicina José Valenzuela Ulloa, patriarca de una estirpe que quiso homenajearlo celebrando una misa en la iglesia parroquial oficiada por el párroco de San Salvador de Poio, Vicente Cerdeiriña, también pariente del clan reunido en Trasdeza. Los 140 adultos y 34 niños fueron llegando de manera escalonada al lugar de la cita para celebrar una primera edición que pretende tener su continuidad en los próximos años, siempre en Abades. Destacó la presencia de la viuda del insigne galleguista Ramón Valenzuela, Mariví Villaverde, que no se quiso perder la jornada de confraternidad a sus 88 años de edad. En el lado opuesto de la pirámide generacional de la estirpe estaba Lola Núñez Otero, nacida hace apenas un mes, cuyos padres la acercaron hasta el lugar de la concentración.

Finalizada la eucaristía, los Valenzuela Otero se trasladaron al Pazo da Viña para dar buena cuenta de un menú formado por pulpo, churrasco y empanada. Los más pequeños contaron con varios animadores durante la sobremesa, mientras que los mayores disfrutaron de la música que amenizó los instantes posteriores a la multitudinaria comida.

La reunión de ayer en Abades es la continuación de lo que se conoce como "Oterada", una concentración que desde 1920 llevan a cabo los miembros de la rama Otero coincidiendo con los años santos. El récord de asistencia está en 800 personas y, en este caso, los miembros del clan terminan comiendo siempre en el Pazo de La Mota, próximo al de Oca, en el término municipal de A Estrada.