Primero será la mano. ¿Y después? ¿El brazo? A los internautas gallegos les "preocupa" la Ley Sinde porque demuestra que los políticos no saben de qué va la red, porque no logrará el fin que persigue y porque lo más probable es que la industria intente presionar al Gobierno para que este dé otra vuelta de tuerca más y siga el ejemplo francés, que penaliza a los usuarios.

Manuel Gago, director de culturagalega.org y veterano bloguero autor de "Capítulo 0", confiesa su "preocupación". "No tanto por la efectividad de la ley, que creo que no lo será desde el punto de vista de control de la red, sino porque el estamento político sigue sin comprender la mecánica de internet, de considerar que puede bloquear algo que no puede bloquear, y menos con este tipo de medidas, resulta una decepción", afirma. De hecho, teme que el Gobierno recurra a normativas, como la polémica ley Hadopi francesa, para perseguir a los usuarios.

Este profesor de la Universidade de Santiago cree que la industria, a pesar de que la red cuenta con una masa crítica de usuarios "fueron incapaces de crear un proyecto para comercializar los contenidos de forma rentable". "El problema de la industria cultural no es la piratería, sino su falta de adaptación", asegura. "Es como intentar construir un centro comercial en medio del desierto en lugar de ir a donde están los consumidores", añade, para explicar que no se trata del gratis total, sino de ofrecer una vía de acceso fácil a los contenidos a un precio "que se ajuste a la realidad" porque los márgenes de beneficios, alega, no pueden ser los mismos cuando ya no es necesario el transporte para distribuir el producto.

El director de la revista especializada en nuevas tecnologías "Código Cero", Marcus Fernández, califica de "lamentable" el procedimiento seguido por el Gobierno para aprobar la normativa, "sin hablar con nadie del sector". Para Fernández, lo peor es la Comisión de Propiedad Intelectual, que "pretende lograr sus fines esquivando a los jueces", que deben decidir en horas.

Al director de "Código Cero" le molesta que tachen a los españoles de "piratas", cuando la solución pasa por una "alternativa legal y barata". El Gobierno, afirma, "defiende sobre todo los intereses de las multinacionales norteamericanas, que presionan para aprobar medidas coercitivas que no servirán para nada porque los servidores estarán fuera de España". La Ley Sinde, concluye, es "inútil" y, sobre todo, "peligrosa porque no va a frenar la piratería, pero sí va a crear un mecanismo que da miedo porque se podrá cerrar una web antes de un proceso judicial, y eso vale para otro tipo de webs".

Al que tampoco convence la "formulación" de la Ley Sinde es al abogado coruñés Víctor Salgado, especialista en nuevas tecnologías, quien critica que a la ley le faltan "controles judiciales". "No se puede conculcar un derecho fundamental, la libertad de información, para proteger uno privado, la propiedad intelectual", sostiene, cuando se le da al juez "poco margen de maniobra". Salgado prevé "un montón de problemas jurídicos por los abusos". Y además la ley no servirá para salvar a la industria. "Estamos asistiendo a un canto de cisne de un modelo que se ha quedado parcial o totalmente obsoleto en su planteamiento", subraya. "Culpan a internet del fin de un negocio, pero no ven la oportunidad de negocio", explica. "No se puede criminalizar a la sociedad y buscar soluciones radicales que traerán más problemas", concluye.