“El hombre de El Cairo” (editorial Vicerversa), tercera novela de Jacinto Rey hace constantes guiños al cine, especialmente al clásico, que le sirven para describir personajes y situaciones a través de la mirada de su protagonista, la inspectora Cristina Molen. Este título, segunda entrega de la saga policiaca iniciada con “El último cliente” y que llega ahora a las librerías, tiene como principales tramas el integrismo islamista y el tráfico de armas, y lleva a su protagonista hasta Egipto. Rey anuncia que Vigo será uno de los próximos destinos próximos de esta agente holandesa, obstinada e independiente.

-Esta saga está ambientada en Ámsterdam. ¿Por qué esta ciudad?

-Cuando comencé “El último cliente” quería construir un personaje que ofreciese algo distinto en un contexto en el que existe mucha novela negra. Por eso elegí Ámsterdam y un personaje que es muy holandés y que se aparta de los tópicos de la novela negra. Ella no es la típica detective tipo Marlon, incapaz de integrarse en la sociedad. Uno de los elementos que busqué es que fuese una cinéfila y que a medida que fuera investigando, encontrase paralelismos entre su realidad literaria y la ficción del cine. Además, Ámsterdam es una ciudad que tiene mucha agua y tal vez por ser de Vigo esto me atrajo. También que tiene mucha teatralidad; sus canales ofrecen muchos reflejos y a veces engañosos, y el secreto y el engaño tienen un papel muy importante en la trama.

-Su primera incursión en la literatura fue con una novela histórica. ¿Cómo se produce el salto al género policiaco?

-El género no me preocupa tanto. Primero busco la historia: en la primera (“El cirujano de las Indias”) era la batalla de Rande y las Indias; en las de Molen no me interesa tanto la superficie, es decir, el caso, como el lado más humano de la novela negra. Este género es un trampolín para explorar las miserias y las grandezas del alma humana. Además de los casos, los dos libros tienen dos constantes: la incomunicación entre los seres humanos y la búsqueda de la felicidad. Molen tiene a lo largo de la historia conflictos porque es incapaz de comprometerse en una relación.

-¿Todos tenemos un lado oscuro?

-Todo ser humano es capaz de grandezas y miserias, y realmente lo interesante en la novela negra está oculto en el reflejo que la condición humana proporciona.

-La novela negra no se cultiva tanto en España como en otros países...

-Es cierto que España no tiene la misma tradición que el mundo anglosajón, aunque hoy goza de muy buena salud. Sin ir más lejos, aquí, en Vigo, tenemos a Domingo Villar, un gran escritor de novela negra.

-¿Viajará Molen a Vigo?

--Aunque no sé si será para la próxima entrega, Vigo es uno de los destinos probables para esta inspectora.

-Usted, como Molen, tiene un Golden Retriever llamado “Stitch”. ¿A su perro también le gusta Beethoven?

-Al mío le gusta más Mozart.