Ya en la recta final para la aplicación de la ley que prohibirá fumar en bares y restaurantes, el presidente del sector recuerda al Ministerio que “no son inspectores” para denunciar a los clientes, aunque avanza que los locales cumplirán la ley.

-Dicen que la ley les perjudica económicamente, ¿disponen de una estimación?

-Tenemos la comparativa de otros países en los que se puso en marcha y supuso una bajada de la facturación de los negocios de un 20 al 30%. Eso supone que va a haber despidos. Si en la provincia de Pontevedra la hostelería mueve del orden de 40.000 empleos, calcula que se pueden perder un 20%. Son ocho mil empleos en Pontevedra, de los que tres mil corresponderían a Vigo.

-Les podrían acusar de aprovechar el contexto para hacer despidos.

-Si no tenemos ingresos, tendremos que reducir gastos y ajustar la plantilla. Y Vigo es el 40% de la hostelería de Pontevedra.

-Queda la noche de fin de año y luego, a apagar el pitillo. ¿Tendrán que hacer adaptaciones los locales, o solo quitar los ceniceros y las máquinas de tabaco?

-Los ceniceros no los quitaremos, son para tirar cosas. Y las máquinas, tampoco. Nos dejan vender tabaco; eso es lo gracioso. No podemos dejar fumar en nuestro local, pero ellos [por el Ministerio] siguen haciendo negocio y cobrando impuestos. Parece cachondeo.

-¿Los que adaptaron el espacio para fumadores, qué harán?

-No puede haber zona de fumadores salvo en los hoteles; así que nada. El que quiera tirarlo, lo tira, quien no, no. Yo les recomiendo a los hosteleros que no lo hagan porque son gastos. Y a lo mejor, aún lo utilizan dentro de seis meses...

-¿Quiere decir que confian en que haya marcha atrás de la ley?

-Pues a lo mejor tienen que dar marcha atrás cuando empiece a haber despidos y a cerrar negocios como ya pasó en otros países como Croacia e Irlanda.

-De los clientes que acuden habitualmente, ¿cuántos reclaman espacio de no fumadores?

-Pongo como ejemplo mi negocio porque es el que controlo los 365 días y el salón de no fumadores prácticamente no se utiliza a diario. Hay un 2% de personas que lo solicitan. Esa es la realidad.

-Resuma su mensaje.

-Todos los hosteleros de Pontevedra hablamos: Imagínese que el día 2 de enero, todos llamásemos a la Policía para denunciar que alguien fuma en nuestro local. Es algo que podría pasar. ..Y habría un caos. Yo me planteo, ¿somos hosteleros o inspectores? Nosotros nos dedicamos a poner cafés, no nos pagan un sueldo para decirle a la gente lo que tiene que hacer. Eso sí, habrá un abogado desde la federación para defender a los asociados con denuncias. En las discotecas, será más difícil de comprobar, ¿a cuántos porteros tendrán que contratar para decirle a los clientes que no fumen?