“El reto es vivir el presente, recrearnos con las pequeñas cosas y pedir a la vida sólo lo que la vida te puede dar”. Así de simple es la receta que propone Javier Urra para ser feliz. El psicólogo forense de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ex Defensor del Menor impartirá hoy en Ferrol una conferencia, organizada por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad, en la que ofrecerá las claves para “muscular el optimismo”, “vacunarse contra la indiferencia” y “relativizar los disgustos”. A su entender, para encontrar la felicidad no hay que buscarla obsesivamente, sino “respetar el curso de los acontecimientos”.“La felicidad es una conquista cotidiana, una actitud y un gusto por compartirla”, subraya.

-¿Cuáles son las claves para alcanzar la felicidad?

-Para lograr ser felices lo primero hay que hacer es proponérselo y, una vez superada esta fase, creer en nosotros mismos, aceptar las cosas tal y como nos vienen y ver los problemas desde la distancia. También es fundamental anteponer los pensamientos a los sentimientos, disfrutar de lo que tenemos, buscar actividades que nos diviertan, cultivar el sentido del humor y, sobre todo, adoptar una actitud optimista ante la vida.

-La teoría está bien, pero llevarla a la práctica no siempre es fácil, sobre todo en tiempos de crisis...

-Es cierto que estamos atravesando un periodo complicado, y que decirle a una familia, con todos sus miembros en paro, que adopte una actitud positiva ante la vida puede parecer irrisorio, e incluso llegar a molestar. Aún así, creo que hay dejar el pesimismo para épocas peores. Deprimirse no sirve de nada, es mejor pasar a la acción e intentar dar un toque positivo a las situaciones difíciles. Por ejemplo: plantearse el estar sin trabajo como un buen momento para pasar más tiempo con los hijos o aprender idiomas, puede ser un muy buen primer paso. Hay personas que atraviesan situaciones objetivamente terribles y que, sin embargo, son razonablemente felices.

-Adoptar una actitud positiva ante la vida es fundamental pero, ¿se puede estar siempre feliz?

- Hay quien cree que sí, pero se equivoca. La clave está en pedirle a la vida sólo lo que te puede dar, aparcar el miedo y saber, de antemano, que se va a recibir más de una bofetada.

-¿Es posible educar a los niños en la felicidad?

-Lo que deben hacer los padres es educar a los niños emocionalmente en la compasión, en el deber ser, en saber perdonar, en no darse demasiada importancia, en tener sentido del humor, en rodearse de buenos amigos y cuidarlos, en ayudarles a gestionar la ira o el sufrimiento sin llegar a quebrarse... Hacerles ver que la felicidad es una conquista cotidiana, que se alcanza cuando compartimos, cuando nos damos al otro. A veces a un niño no le apetece ir a visitar a su abuela, pero debemos intentar que entienda que tiene que hacerlo porque su abuela lo quiere, lo espera y porque, además, es mayor. Todo ese conjunto le enseñará, también, qué es la felicidad.

-¿Cómo puede afectar física y psicológicamente la maternidad a una niña de 10 años?

-Una niña de 10 años no está preparada físicamente para dar a luz y el embarazo es de riesgo, aunque en este caso, haya llegado bien a término. Emocionalmente, es difícil anticipar cómo va a interiorizar toda esta situación. Obviamente, a esa edad está preparado para tener un niño si bien, las adolescentes gitanas, rumanas y nómadas, buscan quedarse embarazadas a corta edad para obtener un rol en el núcleo familiar.

-¿Cómo deben abordar la Fiscalía y los servicios sociales andaluces este caso?

-A partir de ahora, tanto la madre como el bebé necesitarán el apoyo de la familia extensa y de los servicios sociales, que tendrán que hacer un seguimiento sanitario, educativo, etc... de ambos. Además, la Fiscalía deberá seguir investigando -incluso podría pedir una prueba de ADN- para determinar si el padre es, como se ha dicho, otro menor, o si por el contrario se trata de un adulto, en cuyo caso habría cometido un grave delito, ya que en España el consentimiento para mantener relaciones sexuales se sitúa en los 13 años.

-Al hilo del tema de las relaciones sexuales de adultos con menores, ¿qué opina de las declaraciones de Sánchez Dragó?

-No todo lo que ampara la ley es ético, y el hecho de que en España no se contemple como ilegal que alguien mantenga relaciones sexuales con una niña de 13 años, siempre que estas sean consentidas, no excusa de que sea algo “moralmente deplorable”. En el caso concreto del libro de Sánchez Dragó, en el que afirma haberse acostado con unas “zorritas” japonesas de 13 años de edad, me parece que lo realmente busca es hacer apología. Las niñas no tienen banderas ni fronteras.