Conchi, Mercedes, Dolores y Carmen se encuentran en el parque con la apacible "Bronce". No se trata de un simple paseo con el perro, como podría parecer a primera vista. En realidad estas señoras –que padecen distritos grados de demencia– están trabando sus capacidades, estimulando su mente, socializándose y desarrollando sus destrezas físicas.

"Bronce" es una perra labrador de tres años que ha recibido un laborioso adiestramiento en el centro Ramalladas hasta estar lista para trabajar con personas mayores. Ahora, una vez a la semana, es recibida con entusiasmo por los mayores del centro de día Doral Residencias, ubicado en Vigo, que en estos momentos es el único en Galicia que cuenta con este tipo de terapia.

Siempre acompañada de su guía, Trini Viña, la perra es el "instrumento" de la terapeuta para estimular al grupo en diferentes actividades. Primero trabajan en grupo. La perra, antes de comenzar, saluda cariñosamente a cada uno de los mayores. Luego, Trini les reparte unas pinzas de colores que ellos irán colocando en el peto del perro. "Con este ejercicio conseguimos que ejerciten la destreza manual y, al tiempo, trabajamos con los colores y los números". Después llega el momento de salir a la calle. Todos quieren llevar al perro, así que se van turnando la correa.

Caminan lentamente y "Bronce" se adapta perfectamente a su ritmo. "Para cada colectivo hay que buscar el animal más adecuado; en este caso era necesario un perro plácido y tranquilo, que les transmita paz y serenidad", apunta Trini. El adiestramiento en obediencia y sumisión lo convierte en un perro que "nunca pondría en peligro a los mayores", asegura la terapeuta.

De hecho, los mayores confían plenamente en "Bronce" y se dejan lamer por ella con una sonrisa abierta. La afectividad es así otra de las parcelas que se trabajan en esta terapia. "Resulta muy efectiva con personas con Alzheimer que sufren soledad o depresión", destaca.

Trini había trabajado durante años en residencias como trabajadora social. Su amor por los perros y el bien que conocía que podían hacer a estas personas le llevó a buscar la manera de aunar ambas cosas. "Sin embargo, esto no se puede hacer de cualquier forma; hay que contar con un cuidadoso trabajo de adiestramiento profesional antes de llevarlo a cabo porque si no podría provocar problemas", advierte la terapeuta, que recibió formación específica en Asturias.

Además de con mayores, en estos momentos están comenzando a desarrollar estas terapias con discapacitados mentales. "Cada colectivo tiene sus necesidades, pero en todos el objetivo es el mismo: ayudar a desarrollar las capacidades que conservan gracias a un estímulo que les resulta llamativo", concluye.