La venta de DVD con los estrenos de Hollywood puede tener los días contados en España. Las descargas ilegales y el streaming –ver series o filmes a través de páginas de internet– ha llegado "a tal punto" en este país que la mayoría de los ejecutivos de la industria norteamericana del cine se están planteando dejar de vender DVD a comercios españoles, según recogía ayer Portaltic.es del diario Los Angeles Times.

Los datos recogidos por este periódico americano revelan que los ingresos de este sector en España cayeron un 30% en los último cinco años, mientras que las tiendas de DVD y vídeo han pasado de 12.000 en el año 2003 hasta las 3.000 que existen en la actualidad. "España está en el límite de terminar por ser un mercado no viable para los estudios de Hollywood", explica Michael Lynton, responsable de Sony Pictures Entertainment. Sony podría seguir el ejemplo de Apple, que no vende películas o programas de televisión a través de su tienda digital al igual que ya ocurre en Reino Unido, Francia y Alemania.

Segundo país abandonado

De esta manera, España está a punto de convertirse en el segundo país que es abandonado por los grandes estudios, tras la decisión pionera de Hollywood de abandonar Corea del Sur. Según un estudio de GfK, las descargas ilegales de películas en España pasaron de 132 a 350 millones en un año, mientras que las ventas de DVD cayeron un 30%. Los estudios contemplan la llegada de la bautizada como ley antipiratería –uno de los apartados incluidos en la nueva Ley de Economía Sostenible– como la única solución posible a esta pérdida de ingresos. La normativa establece que una comisión de expertos se encargará de detectar aquellas webs que vulneren los derechos de autor y de alertar a los magistrados correspondientes de la Audiencia Nacional, quienes tienen la última palabra sobre el cierre o no de un portal de internet.

En este sentido, fuentes del Ministerio de Cultura han insistido en que la ley antipiratería "no incluye ningún control sobre lo que los ciudadanos hacen, a diferencia de lo que ocurre en Francia o Inglaterra" y agregaron que su principal objetivo es "actuar contra un tipo de páginas muy específicas que hacen negocio aprovechándose de lo que crean otros".

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde se mostró ayer preocupada por el supuesto veto a España de Hollywood pese a que ha reconocido que "las fuentes tradicionales de financiación del cine se han tambaleado". "Tradicionalmente, en los países mediterráneos resulta difícil para las personas comprender que las cosas inmateriales pueden ser mucho más valiosas que las materiales", añade a su argumentación González-Sinde. La ministra también responsabiliza parcialmente a las empresas de telecomunicaciones españolas, al dar a entender a los usuarios que el pago por altas velocidades de acceso a internet está acompañado por el derecho a adquirir películas de manera gratuita.

Preguntada sobre si había leído un artículo del periódico Los Angeles Times en el que se asevera que el intercambio de películas y programas de televisión a través de internet en España y en otros países podría ser uno de los principales causantes de la crisis económica de los estudios de Hollywood, la ministra ha señalado que sí lo conocía y que su ministerio, según recalcó, "no es ajeno al perjuicio que eso ha causado a tantos negocios", desde tiendas de alquiler de vídeos a otras de venta de discos.

La ministra de Cultura también señaló estar "preocupada" por la pérdida de empleos que comporta este hecho e incluso por el "acceso a la cultura de la gente que no vive en grandes ciudades como Madrid y Barcelona". Por su parte, la comisaria europea de Cultura, Androulla Vassiliou sostuvo ayer que las nuevas tecnologías generan nuevas oportunidades, pero también nuevos retos para todos. "La piratería es uno de esos retos", señaló la titular de cultura europea tras una reunión con varios ministros.