Toni Cantó trata de conciliar su faceta de actor con la de profesor de teatro, escritor de novelas y padre. Asegura que es difícil, pero como disfruta "a tope" con todas ellas logra sacar tiempo para todo. Mañana inicia en Vigo la gira gallega con su nuevo trabajo, "El pez gordo", una obra dirigida por Juan Carlos Rubio en la que comparte protagonismo con Helio Pedregal y Bernabé Rico. Tras su paso por el Centro Cultural Caixanova de Vigo, a las 20.30 horas, esta tragicomedia que muestra los recovecos del mundo empresarial podrá verse en el Auditorio Pazo de Congresos de Ourense, el viernes; el Auditorio de Cangas el día 6, y el de Vilagarcía de Arousa el día 7.

–"El pez gordo" está protagonizado por tres personajes que muestran distintos prototipos de empresario norteamericano, ¿encaja esta imagen también con los españoles?

–Son tres personas en una situación laboral complicada, con lo que en España es muy sencillo identificarse con cualquiera de ellos. Uno es Phil, un jefe de cuentas cincuentón que ha comenzado a cuestionarse sus metas en la vida y en el trabajo. Otro es Larry, al que encarno yo, la viva personificación de un comercial agresivo. El tercero es Bob, joven afable y de fuertes creencias religiosas. La empresa está abocada a la quiebra si no logran arrancarle esa noche un suculento acuerdo comercial al presidente de una gran compañía: "El pez gordo".

–En esa situación de estrés, ¿de qué hablan los personajes?

–Reflexionan sobre todo sobre la ética; hasta dónde están dispuestos a llegar para triunfar laboralmente. Y sobre la religión y los temas generales de la vida.

–Esa conciliación entre el éxito empresarial y la honestidad es complicada...

–A veces parece que tenemos que pasar de la ética para llegar más alto, pero yo creo que no es así; hay una justicia cósmica para los que mantienen una ética irreprochable.

–¿Los empresarios españoles hablan sobre religión?

–Últimamente escucho muchas reflexiones religiosas sobre la ley del aborto o a favor del pago de beneficios... Yo creo que sí, que la religión tiene un lugar importante en nuestra sociedad.

–¿Se lleva bien con Larry?

–Es un papel que me da muchas alegrías ya que he conseguido con él las mejores críticas de mi carrera.

–Supongo que dar clases de teatro a empresarios le habrá servido para conocer mejor este ambiente.

–Sí, esas clases son muy interesantes. Les doy herramientas para que utilicen en su trabajo; claves de comunicación y liderazgo. Los alumnos que han venido a ver la función la han encontrado especialmente interesante.

–¿Encuentra el mundo empresarial muy deshumanizado?

–Tanto como el mundo en general; en el terreno laboral, educativo e incluso afectivo hace falta con urgencia bajar a tierra y salir de la carrera.