Después de que se hiciese pública la decisión del Vaticano de admitir en bloque a “numerosos” grupos de anglicanos que pidieron su conversión a la Iglesia católica, el único reverendo anglicano en Galicia, Teófilo Revilla, ha visto en esta cristianización una aproximación de ambas religiones y, aunque considera “respetable” esta decisión, asegura que esta práctica “no tiene sentido”. “Todos están en su derecho de pasarse a un bando u otro, pero no se pueden apoyar en la homosexualidad o la ordenación de mujeres como razones para cambiar de creencia”, afirma Teófilo Revilla. En concreto, son entre 30 y 50 obispos y centenares de fieles protestantes los que solicitaron la admisión.

Para el párroco de la Iglesia Episcopal de Cristo, en Pontevedra, la decisión del Vaticano se mueve en dos direcciones. “Por un lado, la Iglesia católica deja fluir estos cambios con normalidad, pero por otro está aprovechando el revuelo que se ha genera en torno al problema de la homosexualidad en su propio beneficio”, señala. En este sentido, indica que, aunque la Iglesia anglicana acepta a las personas homosexuales, esta práctica no se considera bíblica.

Ante la idea de que se produzca un éxodo masivo de sacerdotes anglicanos en dirección a Roma -sobre todo de aquellos que se oponen a la ordenación de mujeres como obispos-, Teófilo Revilla se muestra optimista. “No se producirá un éxodo masivo porque si no ya se sabría ahora y estaría en el candelero”, reconoce. “Esta decisión se ha estudiado durante varios años, no se ha tomado de un día para otro y, en caso de haber más sacerdotes que quieran pasarse al catolicismo, se sabría ahora”, añade.

El obispado anglicano en España informaba ayer en un comunicado que esta noticia no supone “ninguna novedad” en el contexto de la política de Roma hacia los anglicanos y lamentaba con “tristeza” el abandono de sus fieles. “Desde el siglo XIX la Iglesia de Roma ha intentado de alguna manera absorber el mayor número posible de fieles e Iglesias anglicanas”, dice la nota. “Actualmente el número de católicos romanos que ingresan en Iglesias anglicanas es muy superior al de los que la abandonan en dirección a Roma”, añade.

Estado civil

El Vaticano dio a conocer que permitirá a los sacerdotes que estén casados seguir siendo curas, aunque estos no podrán llegar a ser obispos -puesto que sólo podrán ocupar los que sean célibes-. “Creo que esta decisión traerá cierto revuelo en la Iglesia católica”, anuncia Teófilo Revilla. A su parecer, los cerca de 100.000 sacerdotes católicos que han dejado su puesto por el matrimonio protestarán por esta resolución. “Existe cierta contradicción dentro de la Iglesia católica, puesto que no permite a sus clérigos el matrimonio pero sí acepta el estado civil de los curas anglicanos”, manifiesta el único párroco anglicano en Galicia, que tiene 55 años y está casado.

El sacerdote recuerda que fue en el siglo X cuando la Iglesia católica impuso el dictamen por el que estos no podían contraer matrimonio. “No es lo mismo un sueldo para una sola persona que para una familia”, señala. Y añade: “Esta decisión puede verse como un paso progresivo dentro de la Iglesia”.

La Iglesia anglicana en España calcula que en Galicia hay cerca de 120 familias que siguen esta religión y que la mayor parte de fieles anglicanos en España se concentran en la costa mediterránea. “No hay prisa en captar devotos, y tampoco es fácil”, reconoce Teófilo Revilla, burgalés que lleva siete años en Pontevedra al mando de la Iglesia Episcopal de Cristo.

Por otro lado, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, consideró ayer una “buena noticia” el anuncio. “Es bueno que haya posibilidad para quienes lo deseen, y lo desean desde hace dos años, poder incorporarse en la plena comunión visible con la Iglesia católica, no solo individualmente, sino comunitariamente, en parroquias y diócesis, con sus obispos a la cabeza”, argumentó el portavoz.

Todavía no se ha hecho público el documento que recoge la conversión de los grupos de anglicanos a la Iglesia católica, pero se espera que el texto esté listo en unas semanas, tal y como señaló el martes el prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, el cardenal William Joseph Levada, quien aseguró que se ha intentado responder de un modo unitario y equitativo a las peticiones.