Desde principios de verano ya son varias las personas que han avistado a una cría de zorro en las proximidades de la playa de Area de Bon e incluso hay quienes aseguran haber visto a dos muy similares que podrían pertenecer a la misma camada. Aunque lo más habitual es que aparezca uno sólo. La pequeña criatura no había aparecido con anterioridad por la zona. y por su tamaño que es el de “un gato o un cocker”, según quienes se lo han encontrado, se podría decir que es prácticamente un ejemplar recién nacido.

Parece ser que el zorro de Area de Bon ya se ha habituado a crecer rodeado de gente y no se asusta ante la presencia de los humanos, sino todo lo contrario, ya que son una fuente de alimento. De hecho este verano osó entrar en una finca privada donde un grupo de amigos del Club de Buceo de Bueu cenaban tranquilamente, buscando comida o compañía.

Aunque este animal en particular se haya adaptado a la vida nocturna de la playa durante el verano, cabe recordar que los zorros son esquivos y no dejan de ser animales salvajes. Hay quienes le dan de comer pero sin acercarse demasiado no vaya a ser que las apariencias engañen. Pero este zorrito sabe buscarse la vida él solo y frecuenta la zona del merendero para buscar alimento entre la basura.

A modo de anécdota, una pareja de novios que estaba en la playa una de esas noches comenzó correr asustada asegurando que les perseguía un animal. Unos amigos que pescaban en la zona alumbraron con la linterna para descubrir a la criatura que había sorprendido a los jóvenes y pudieron comprobar que era “un cachorro de zorro” que no suponía ningún peligro pero que “les pilló por sorpresa”.

El zorro más famoso de Bon no tiene nombre todavía pero por su carácter dócil ya hay quienes lo comparan con un perro. Y es que a pesar de que tienen muy mala fama por atacar a las gallinas, lo cierto es que el pequeño se busca la vida sin hacer ningún tipo de daño.

Especie típica

Lo más probable es que las crías de zorro bajen desde el monte próximo al arenal porque la playa de Area de Bon está rodeada de monte y fincas sin cultivar. Se trata de una especie típica del lugar desde siempre y antiguamente iban a comer peces muertos durante los temporales a la orilla de la playa. Ahora su comportamiento es más propio de un animal de compañía que va ganando amigos.