Nació y creció en Aruba, una pequeña isla de las Antillas, donde respiró el colonialismo holandés. Desde muy pequeño demostró llevar el ritmo caribeño en vena, bailando salsa y soul "a su manera". Era el único de siete hermanos que destacaba por su talento natural para mover el esqueleto con vibraciones tan espasmódicas como pegadizas. Su sueño era conquistar Europa: sabía que sólo aquí tendría oportunidades para triunfar en los escenarios con un estilo más que personalizado. Y así fue. Las canciones del grupo se convirtieron en himnos en la fiebre de los setenta y los ochenta. Es más, aquellas melodías adornadas por sus chorus girls traspasaron generaciones y los actuales fans de la música eurodance en auge 30 años atrás siguen coreando sus clásicos, como demostraron ayer en la "Superfiesta Hortera" del Festival Brincadeira celebrado en Ordes.

–¿Cómo se aguanta con sesenta años ese intenso ritmo "bailongo" durante dos horas en un escenario?

–Lo mismo me pregunta mi madre cada vez que la veo. Me dice: "¿cómo haces para tener tanta energía a tu edad, hijo?". No lo sé, la verdad. Es natural, no voy al gimasio: es mi metabolismo. Llevo 33 años en los escenarios y quiero bailar y sudar hasta que me muera. Siempre he sido así.

–¿Cuántas veces ha venido a Galicia? Supongo que ha perdido la cuenta, entre actuaciones en la TVG y fiestas populares...

–Muchísimas veces, más que a ningún otro sitio, la verdad. De hecho, mucha gente se piensa que vivo aquí. No es cierto, vivo en Holanda pero siempre que me llaman vengo a Galicia. Me siento como en mi casa.

–Hace tiempo corrió el rumor de que tenía una novia gallega y una casa en la costa.

–(Risas) Lo sé y ese rumor también me llegó a mí. Por eso le digo que muchos creen que vivo aquí pero es mentira.

–¿Ni novia gallega ni nada?

–No, no, para nada. Estoy divorciado y tengo cinco hijos de anteriores relaciones.

–¿Los ve con frecuencia?

–No todo lo que yo quisiera, por motivos de trabajo. Pero soy una persona muy familiar aunque no pueda disfrutar de ellos: mis parientes están en Holanda y otros en Aruba. Mantengo contacto con todos.

–¿Por eso su canción preferida es "Ma Baker"?

–Sí, porque habla de una madre que cuida a toda su familia, es como la reina de la casa, preocupada por todos.

–¿Más que "Daddy Cool", su primer directo en Alemania en 1976 que se convirtió en número uno de las listas de ventas y lo catapultó a la fama?

–Le debo mucho a "Daddy Cool", es un himno, pero me despierta sentimientos más profundos Ma Baker.

–Conquistar Europa le llevó años de navegación, ¿cómo recuerda aquella época?

–Yo sabía que tenía que venir a Europa pero no tenía dinero. Era muy joven y tenía muchas ganas de bailar y cantar y mucha energía. Me hice marinero y anduve embarcado en petroleros durante quince años. Hasta que me instalé en Holanda.

–Tras arribar a Holanda, se quitó las botas de agua y se hizo DJ en Alemania.

–Trabajé de DJ en una discoteca de Alemania y fue allí donde una mujer descubrió mi talento natural para moverme. Ahí empezó todo. Me escogieron para Boney M y hasta hoy.

–¿De dónde sacó ese estilo tan especial?

–Mis ídolos siempre han sido los Beatles, James Brown y Elvis Presley.

–¿Quizás heredó de Elvis los trajes ajustados de lentejuelas?

–Me gustan mis trajes. Le dan color a la vida, que ya de por sí es bastante triste y deprimente. Quiero transmitir alegría y libertad en el escenario. Soy feliz haciendo feliz a la gente y todo el mundo tiene algo bueno que ofrecer, algo especial. Todos. Aunque muchos no lo saben.

–¿Es tan excéntrico como parece cuando actúa?

–Supongo que sí, pero no lo pienso. Sólo vivo la vida como quiero vivirla.

–¿Qué piensa cuando le critican por casposo o hortera?

–Me da igual. Nadie es perfecto, si no no habría tantas iglesias (se ríe con ironía)...

–¿Cuál es su religión?

–Creo en el budismo. Compartir lo bueno con los demás, meditar y vivir la vida.

–¿Por qué le enganchó tanto Luar?

–Me encanta el contacto con el público y ese programa es ideal para eso. La gente se sube y baila contigo. Es genial.

–¿Tortilla de patatas, marisco o caldo gallego?

–La tortilla y el marisco me encantan pero el caldo no lo probé. ¿Está bueno?

–Sí. Debería probarlo, pero mejor en invierno... ¿Qué fue lo más osado que le pidió una fan?

–Mi ropa interior tras una actuación.

–¿Conoció a Michael Jackson?

–Oh, sí. Coincidimos varias veces en actuaciones en Bremen (Alemania). Era un muchacho estupendo y muy sensible. Cuando hablábamos me decía que tenía insomnio porque estaba continuamente preocupado, a veces tampoco comía. Ya sabes, problemas, negocios, gente falsa...

–¿Usted se ha encontrado con mucha gente falsa por el camino?

–Mucha. Gente que sólo te quiere por el dinero o por el sexo. Y yo sólo quiero cantar y hacer mi show. Nada más.