Pese al clima helado y la lluvia, la multitud, entre la que había decenas de mujeres y niños con barbas postizas, gorros y chaquetas rojas y blancas, caminaron por la ciudad cantando y bailando en el desfile anual, que comenzó por la tarde y se prolongó hasta la noche.

"No es sólo un reunión de gente en un momento del año cuando la gente normalmente se congrega, sino también es un evento social para llevar el calor de la Navidad a aquellos que no siempre lo tienen", explicó a los medios Vitor Ferreira, uno de los organizadores del evento. Además, Ferreira destacó que como parte de la iniciativa, cada uno de los Papá Noel que participaron en el desfile donó un euro para comprar regalos a los niños necesitados de Oporto, la segunda mayor ciudad de Portugal.

El organizador también aseguró que había 17.400 personas inscritas, pero que algunos no participaron a causa del mal clima. Sin embargo, se calcula que estuvieron presente en el desfile más de 14.200 personas, lo que ya es un récord, de acuerdo con las declaraciones de los organizadores al canal de televisión local RTP.

Según el libro de récordes mundiales Guinness, la anterior marca fue establecida el año pasado en Derry City, Irlanda, donde 12.965 personas se disfrazaron como Papá Noel o sus ayudantes.